La fiscalía también imputó a Silvio Saibene, Jefe Mantenimiento de la planta de la NAO en Plaza Huincul y le adjudicó que las instalaciones continuaran "operando los ambientes de trabajos claramente inseguros".

La fiscal Sandra González Taboada, sostuvo que Saibene era el encargado de "garantizar la operatividad de los equipos y la seguridad de las distintas vías de conducción de los fluidos. Garantizar la seguridad.. dejando que continúen operando los ambientes de trabajos claramente inseguros".

Asimismo, le endilgaron que "No dio curso a los diferentes reclamos de los propios operadores de la planta. Se le achaca que sabiendo en forma directa, por observación propia, más los informes del personal de la planta que conocía el mal funcionamiento y las falencias que tenía la planta y a pesar de ello no tomó las medidas tendientes para garantizar la operatividad segura" de la planta.

Los fiscales volvieron sobre el tema de la red eléctrica remarcando que "la instalación era no adecuada y no apta" que presentaba "anomalías" y estaba "fuera de norma" aunque permitió que continúe la operatividad de la planta. "No garantizó la seguridad de las operaciones", dijeron.

Asimismo, revelaron que "Saibene instaló aires acondicionados y tableros con cableado no aptos para la zona clasificada" y puntualizaron que encontraron "ausencia de tornillos, de ajuste y de capas protectoras del sistema eléctrico en un área explosiva. Permitió el uso de equipos inadecuados en la sala de control. Esto inicia en la sala de control, por el ingreso de vapores", remarcaron.

Durante su exposición, González Taboada adjudicó la explosión a dos motivos: "Uno, un sinnúmero de incumplimientos de mandas legales... y dos, las falencias en los funcionamientos de diferentes equipos y equipamientos como también la carencia de diferentes equipos e instalaciones".

La fiscal aseguró que fue "accidental y previsible" el siniestro que le costó la vida a los tres trabajadores.