La izquierda francesa logró el triunfo en la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia y puso freno al avance de la ultraderecha de Marine Le Pen. El partido de Macron quedó en segundo lugar. No obstante, Francia afrontará el desafío de gobernar con un parlamento sumamente dividido. (foto gentileza)
La nueva composición de la Cámara tiene al Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza de socialistas, comunistas, ecologistas y La Francia Insumisa (LFI) con 182 escaños. Además, hay otros 13 independientes de izquierda, que se le podrían sumar.
El macronismo perdió su mayoría pero quedó con 168 diputados de los 250 que tenía. No obstante, evitó una catástrofe.
En tercer lugar quedó la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), que había ganado en la primera vuelta y los pronósticos de los sondeos publicados hasta el viernes: quedó con 143 escaños.
Los derechistas de Los Republicanos (LR) obtuvo 45 diputados, a los que podría añadir otros 15 independientes de derechas.
Ninguno tendrá la mayoría absoluta de 289 diputados. Un dato importante es que el caudal electoral fue de cerca del 67 %, la mayor en varias décadas lo que hace suponer que muchos franceses, parecen haberse movilizado para frenar la llegada al poder de la ultraderecha tras su triunfo en la primera vuelta del 30 de junio.