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La imagen del Cine Gaumont fuertemente custodiado se multiplicó en las redes sociales.
Los carros de asalto estacionados desde esta mañana en las puertas del Complejo Gaumont, cuyas tres salas son emblema del cine argentino y dan cuerpo al primer Espacio Incaa, no buscaban contener al público que concurre a los filmes programados hoy por el Bafici 25 –que, por otra parte, se desarrolla con una asombrosa normalidad en este contexto- sino acompañar las medidas de recorte y ajuste dispuestas por el titular del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, Carlos Luis Pirovano.

Los recortes, en detalle
El funcionario, un especialista en microeconomía, finanzas y planeamiento estratégico que llegó al cargo de la mano de la administración de Javier Milei, asestó un nuevo golpe al cine local con la publicación de la Resolución 62/2024 publicada en el Boletín Oficial de hoy donde se estableció “suprimir toda Unidad Organizativa creada en el ámbito del INCAA que no se corresponda con las aprobadas por la presente Resolución”.

Con ese espíritu se cerraron las gerencias de Fomento, Fiscalización a la Actividad Audiovisual, Exhibición y Audiencias, y Asuntos Internacionales e Institucionales, todas áreas medulares en la actividad cultural y promocional de la entidad.

La medida afecta el circuito de proyección de películas en la red de salas nacionales del Instituto, paraliza su función principal de cara al futuro inmediato al hacer desaparecer el fomento a una industria que genera 700.000 puestos de trabajo directos e indirectos y pone en jaque la labor internacional del Incaa en dos foros esenciales: El Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (único de Clase A en la región) y el mercado audiovisual Ventana Sur, que se hacía en conjunto con el Festival de Cannes.

La ola destructora alcanza a la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica y sus sedes provinciales, la plataforma de streaming Cine Ar Play y la señal Cine Ar.

Los sectores que todavía permanecen en pie corresponden a las gerencias General, de Asuntos Legales, de Administración y Finanzas, y de Políticas Públicas.

Mientras tanto alrededor de 700 personas recibieron una licencia obligatoria con pago de salarios hasta que finalice la reorganización interna de la entidad en una modalidad propia de la “dispensa” que trabajadoras y trabajadores de Télam padecemos desde el 3 de marzo último.

De momento, ese plantel licenciado corre con mejor suerte que otros 231 empleados ya despedidos por medio de anteriores resoluciones oficiales.

Voces a favor del Incaa
Ante la confirmación de este renovado ataque, artistas como Ana Celentano, Víctor Postiglione y Goyo Anchou se expresaron a través de la red social X.

La actriz Ana Celentano (“Las vidas posibles”, “La noche de los lápices”, “Las viudad de los jueves”, entre más), escribió: “El dolor, el espanto y la bronca que provoca esto. Defendemos nuestro cine. Defendamos al Incaa y a sus trabajadores”; a la vez que el cineasta Víctor Postiglione (realizador de “Santa” y “El tiempo muerto”), indicó: “Antes de ser guionista y director de cine trabajé 15 años de cocinero. El Incaa me abrió las puertas con sus concursos, y gracias al Instituto pude estrenar mis películas y formarme como profesional en el medio. Sin el apoyo del INCAA nadie me hubiera dado una oportunidad”.

En un tono más general, propositivo e incendiario, el director marplatense Goyo Anchou (autor de una obra con largometrajes y cortometrajes en la que se cuentan “El triunfo de Sodoma”, “La peli de Batato”, “El nombre de los seres” y “Del amor”), lanzó: “Hay que tomar el Gaumont antes de que termine Bafici, después va a ser más difícil. Busquemos apoyos políticos y artísticos para hacer y mantener la toma hasta que se asegure su permanencia y funcionamiento pleno bajo órbita estatal. Y así preservar el patrimonio de la nación”.