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La presentó una mujer de 39 años, vecina del sur de la provincia de Córdoba. El reclamo es anterior a que la empresa anuncie que retiraba el producto.


Una cordobesa de 39 años es la primera argentina en presentar una demanda contra AstraZeneca y el Estado nacional por los efectos colaterales de la vacuna para el COVID19 y lo hizo antes de que el laboratorio retirara el producto de la comercialización.

Flavia Ochoa recibió tres dosis del producto y, según aseguró, luego le diagnosticaron Síndrome de Guillain Barré que afecta el sistema inmunitario, ataca los nervios y puede paralizar el cuerpo.

La mujer es vecina de Coronel Moldes, en el sur de la provincia y, a través del abogado Pablo Roca, hizo una denuncia ante la justicia federal de Río Cuarto en la que reclama 100 millones de pesos por daños y perjuicios.

Tras más de tres mil millones de aplicación, Oxford-AstraZeneca anunció el miércoles 8 de mayo último que sacaba el producto del mercado por una decisión comercial, pese a que “estaba muy orgulloso”.

Un día antes, la Comisión Europea había informado que anulaba la autorización para el uso de la vacuna.

Aunque se sabe que el producto salvó millones de vidas durante la pandemia del coronavirus también se conocieron pocos casos de muerte por trombosis a causa de la vacuna.

En el texto de la demanda, Ochoa relató que el mismo día en el que recibió el tercer refuerzo (enero de 2022) comenzó con “calambres fuertes, se me aflojaban las piernas, luego me tuve que acostar temprano por los fuertes dolores que padecía, al otro día no pude ponerme de pie, me caí en peso muerto, tuvo que levantarme mi pareja. Consultando a mi médico de cabecera, la doctora. me dijo que podía ser un efecto adverso de la vacuna que me había inoculado, pues cuando acudí al hospital de mi pueblo (Coronel Moldes) me confirmaron que se trataba de una reacción a la vacuna”.

La mujer sigue en rehabilitación; camina con andador porque tiene debilidad en los miembros inferiores; sufre incontinencia; dolores en la espalda, rodillas migrañas, mareos, náuseas y depresión.

“Según mis médicos, ya no tendré mejorías en el futuro, debo lidiar con esta situación incapacitante de por vida”, afirmó.