Imagen
Lucio, un chiquito con TEA de Neuquén capital, había perdido su "osito de apego", pero un vecino lo encontró y se ocupó de hacérselo llegar.

El extravío ocurrió en el cine y cuando Lucio se percató tuvo una reacción en crisis, por lo que el hallazgo del osito compañero trajo alivio.

ImagenLa familia de Lucio pidió la colaboración a varios medios para intentar ubicarlo. "Anda para todos lados con su mono. Hoy fue al cine de La Anónima y se le perdió. Lo buscaron por todos lados pero no aparece, solo llora y no se quiere ir del cine", señalaron.

Allí entró el vecino en la historia. Mientras caminaba por el shopping lo encontró y se lo entregó. Allí cambió todo.