La cercanía que experimenta la sociedad argentina con los animales, no se reduce a perros y gatos. Aunque, en menor medida, los chanchos o cerditos tambén están alcanzados por las preferencias. Y esto ocurre con una familia de Temperley donde Benito, el chancho "es un perro más", aseguran con orgullo. (Video: El diario Sur)
La familia está integrada por Karmen Anriquez y la vivienda es, en los hechos, una "granja". Hay perros, gatos, cobayos, tortugas y "Benito", un enorme chancho rescatado de un criadero que tiene su propia historia.
“Nos llamaron un grupo de chicas de San Vicente que lo habían encontrado, se había escapado de un criadero. Lo habían atacado unos perros y ellas lo vieron, pero no sabían qué hacer con él”, contó Karmen en diálogo con El Diario Sur.
Ella junto a su marido decidieron llevarlo a su casa. “Lo empezamos a curar, lo empezamos a inyectar y a los dos días empezó a levantarse”, recordó.
El tiempo fue pasando y Benito siguió creciendo. “En diciembre va a cumplir 3 años y es un chancho perro, se acomodó a nosotros, él se cree un perro más, tiene su lugar y convive con todos sin problema”, contó Karmen. Y así se lo ve: Benito anda por la casa muy tranquilo, entra y sale, toma sol, come cuando quiere y duerme adentro, como sus amigos perrunos. “En verano está abajo del aire acondicionado y en invierno, al lado de la estufa, es un chancho cheto”, afirmó su dueña, que lo cuida con mucho cariño.
Además, el chancho tiene una relación de mucho afecto con toda la familia pero especialmente con Karmen. “Cuando yo me voy los fines de semana se pone nervioso, extraña demasiado”, detalló la vecina de Temperley que cuenta con la colaboración de los comerciantes del barrio que le dan pan, frutas y verduras para Benito.