No fueron muchos. Apenas una docena, pero el recuerdo tuvo la fuerza como si hubiera estado el destacamento completo. Es que hicieron la colimba juntos en una situación muy especial. Fue el primer grupo de soldados que ocuparon un edificio que llevaba 21 años desocupado, sin calefacción y con escasas comodidades en Primero Pinos, un lugar donde llega a acumularse hasta un metro de nieve y queda aislado. Pero llegaron, se reunieron, se rieron y se emocionaron.

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Este medio visitó la reunión, que se hizo en el Club Mosconi, cuando todavía no habían llegado todos los "invitados", pero había varios. Y no solo soldados, también un teniente que se retiró como coronel y un cabo que también hizo la carrera militar.

Luis Chavarri, anfitrión fue el encargado de las presentaciones: Ernesto Iraira, soldado de la clase 55; señor Gumercindo Garrido, Cabo Primero, baqueano de Primeros Pinos, el señor Diez, soldado de Primeros Pinos, soldado, Omar Muñoz de Cutral Co y Alejo Sandoval, de Neuquén. Fue el último grupo de los que hicieron el Servicio Militar Obligatorio con 20 años. La siguiente convocatoria fue a los 18 años.

Cada uno contó su parte de historia y también la anécdota en común de una vaca carneada para saciar el hambre y la "vaquita" posterior para pagarle al criancero.

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