El caso de Rodolfo Fernando Rodríguez que deambula por la ciudad en situación de indefensión y vulnerabilidad, pero provocando situaciones con daños a bienes de terceros e incluso, participando de hechos violentos con menores de acuerdo a las denuncias que afirman los vecinos que han realizado en la justicia.
Quizás el caso más conocido y, de alguna manera similar, sea el de Juan José Inostroza, que dormía en pleno invierno a la intemperie cerca de las vías del FFC a la altura del barrio Parque Oeste y su mamá recorría pasillos pidiendo por su intervención para evitar que le pasara algo.
El tema es que la Ley de Salud Mental limita la internación involuntaria. En la ciudad hubo otros casos de inimputables que terminaron muy mal. En una situación, la vivienda del inimputable fue quemada por vecinos furiosos.
Por otro lado, policía se “harta” de intervenir porque lo van a buscar, lo demoran y a las horas está en libertad generando un enorme desgaste entre los uniformados que muchas veces son violentados.
Obviamente, los familiares se ven desbordados por la situación y quedan impotentes ante la decisión con que actúan. No es fácil la situación y, mucho menos, ver como un hijo o un hermano prácticamente se auto destruye por no comer o estar a la deriva desprotegido y haciendo cosas difíciles de comprender.
En definitiva, los Fernandito quedan en la calle expuestos a lo que ocurra. Y este Fernandito de ahora, que desde chico ha sido víctima, es vulnerable pero comienza a gestar actos de agresividad que lo ponen en una situación más expuesta aún. Evidentemente la justicia tiene la última palabra y la posible solución.