Puede ser una imagen de una persona, de pie y al aire libre
Por: Pablo Hodola- HIJOS
Aun en estos tiempos continua y continuaran apareciendo restos de las personas que fueron secuestradas durante la última dictadura en nuestro país, es lo que esperamos y es lo que esperaran quienes tienen familiares ausentes desde hace más de 45 años; hijos e hijas de tantos hombres y mujeres tienen el anhelo de conocer cuál fue el destino de sus familiares, y en ello es recurrente el pedido de las Madres de Plaza de Mayo de Neuquén, Inés y Lolín, y de tantas otras Madres en este país y, porque no, también desde el silencio y el dolor, es el anhelo de tantas madres y padres de los países sudamericanos.- por eso cuando aparecen noticias sobre el hallazgo de “restos óseos”, “de restos quizás humanos”, y más donde funciono un centro clandestino de detención, el aire se tensiona.

Tantos Centros Clandestinos que existieron y que los militares, venida la Democracia, trabajaron también por hacer desaparecer, queriendo borrar todo rastro de las aberraciones que cometieron mientras decían gobernar, donde hasta algunos tenemos la sospecha de que se cometieron incluso infanticidios, aunque esa es una historia que ellos, los pasados y los actuales no quieran asumir para no cargar con ese peso frente a la sociedad; por ello baste recordar los casos de Sebastián (Soulier Ríos) que cuando era bebé fue abandonado con los dedos de los pies hinchados, orinado y las pupilas dilatadas, no cerraba los ojos porque fue torturado, y el caso de Emiliano Ginéz Scotto de 11 meses, con Sindrome de Down que muere por abandono ante el secuestro de sus padres, son casos que se suman y se tienen presentes a la tensión del momento cuando se da a conocer que “se hallaron restos humanos que quizás sean del tiempo de la dictadura”.

Las personas que viven en la búsqueda de sus seres queridos, están en la búsqueda permanente por saber dónde fueron llevados sus familiares como parte de una reparación necesaria para que estos hechos no vuelvan a suceder y para, de algún modo, tener un cierre ante esa ausencia, pero quizás también una apertura para conocer que hicieron hasta con el último de los desaparecidos.
Desde la presentación que hicieran familiares de detenidos desaparecidos en Argentina ante la ONU a principios de los ´80 diciendo que “en Argentina no hay crímenes de guerra ni asesinatos, sino que hay una figura nueva, sucede algo distinto”, hecho que dio lugar a la creación de la “Convención Internacional para la protección de todas las Personas contra la Desaparición Forzada”, y a la “Convención de las Naciones Unidad contra la Tortura”, donde allí se relataron los acontecimientos violentos que se sucedían en Argentina recabados hasta el momento, es un estamento que hoy, como ejemplo, al 4 de noviembre observa el trabajo de investigadores forenses en el Congo y su acercamiento a la justicia frente a las ejecuciones extrajudiciales, tortura, violencia sexual y de género que sucedieron en ese país, no hace 46 años, sino en 2017, donde la ONU ha documentado 80 fosas comunes.-.-

El grupo de trabajo de Desaparición Forzada en la ONU es el primer grupo de trabajo especial alcanzado por iniciativa de Abuelas de Plaza de Mayo que incluso desde allí, en el marco de ese trabajo, comenzó a acercar las cuestiones de derechos humanos a la ciencia forense para la identificación de los nietos cuando aparecieren y esto también se tiene presente cuando avisan “se investigan restos óseos que aparecieron en cercanías de un predio del ejército”; se profundiza la impaciencia, regresa el dolor, se vienen las imágenes de ese ser querido, que es un hermano o hermana, es un padre o madre, es un tío, un yerno, una cuñada, un compañero de trabajo o el vecino que integraba el club del barrio que hace 46 años no se sabe dónde están; es la profesora de matemáticas; el profesor de filosofía, es el amigo o amiga, es el Sr de la caja del banco, el laburante de YPF, el profesor de básquet, el obrero de la construcción, el policía, soldado o gendarme, es la profesora de literaturas, el abogado, el geólogo; es el o la periodista Desaparecido por la dictadura o muerto por la triple A (33 casos en Argentina).

Frente a eso es necesario la responsabilidad, respeto y perspectiva de derechos humanos por parte de quienes trabajan por difundir este tipo de información, porque la dictadura no actuó solamente sobre la persona que detuvo, secuestro, torturo e hizo desaparecer, sino también sobre sus familias; por eso la desaparición, extendiendo Tortura en el tiempo sobre madres, padres, hijos, hijas y nietos; sobre un sin número de personas, que aunque no estén visibles, existen.