Gustavo Lemos es el propietario del Bar Roma, que está ubicado en el barrio Central, y el jueves pasado fue demorado tras increpar el intendente Gustavo Suárez en medio del acto de encendido del pino navideño. "Le pido que tenga un diálogo, porque yo me merezco, es más creo que lo que hizo ese día de haberme metido preso y dejarme un día, creo que también de su lado estuvo mal porque no soy un delincuente", dijo sobre lo sucedido.
Lemos detalló que "Hace 6 meses que tengo casi el local cerrado, no lo he abierto, encima tuve que pedir en el cumpleaños de 15 de mi nena, tuve que pedir el local para ver si me dejaban organizarle algo a mi nena ahí y después no lo he abierto desde el 7 de agosto. En su momento cuando a mí me clausuran en febrero, después que yo vuelvo abrir, me habían pedido antes de que me pudieran levantar el local, necesitaban los decibelímetros, todos los informes técnicos. Eso se presentó, la música nunca pasó los decibeles que decía la ordenanza", detalló aunque no desconoció que había reclamos de los vecinos por los ruidos molestos. "Me apedrearon el local", resaltó.
"Todo lo que se hizo fue por medio de notas que se habían presentado, no era nada ilegal, no era que las bandas iban porque nosotros queríamos, siempre antes de llevar alguna banda, siempre se presentaban notas", dijo.
No obstante, aclaró que todavía no pudo hablar con el intendente. "Él nos dijo que fuéramos el viernes a las 10 de la mañana, fuimos el viernes a las 10 de la mañana, el incidente fue el jueves, el viernes tampoco nos atendió y sigo sin ninguna respuesta".
"Lo que si anoche recibí un llamado con un número privado que me amenazaron, pero después nada más", sostuvo.
Sobre lo ocurrido, reconoció que "Yo asumo mi responsabilidad, creo que actué de mala manera, pero soy un ciudadano común y corriente que me merezco respuestas, soy un emprendedor, porque tengo un negocio, si bien trabajo en el Petróleo, a mí siempre me gustó invertir en este pueblo, yo soy criado en Central, es más Gustavo Suárez era mi vecino del barrio", contó.
"Nos conocemos, él me conoce, sabe que no soy ningún tipo de persona que lo puede perjudicar, pero esto ya pasó los límites porque a mí cuando me cerraron jamás salí a hablar a los medios, nadie me conocía a mí, en su momento, hablaban todos de Roma, pero nadie sabía quien era el propietario. Pero bueno… Tendría que buscar un abogado y seguir con esto, pero la idea era hablar bien con él, nunca pudimos dialogar, porque se dejó prestar el oído por personas que generalmente se ve que tienen tiempo para hacer cosas a la mañana, que no trabajan y realmente molestan al que emprende", consideró.
Lemos explicó que "también ella en el local ha recibido amenazas, que no se han dicho, nosotros no hemos hablado de situaciones. Si bien yo tengo denuncias cuando me han apedreado el local, he hecho denuncias, ha ido la policía en varias oportunidades cuando me estaban apedreando el local".
"Si vamos al caso donde está mi local, también hay otras cosas alrededor, si pueden ver, si entiendo la vecina que está al lado que me había comprometido a poner acústica, la íbamos a colocar, pero siempre estuve actuando con los decibeles como decía la ordenanza", afirmó.
Lemos insiste en pedirle la entrevista al intendente Suárez. "Si, que tenga un diálogo, porque yo me lo merezco. Es más, creo que lo que hizo ese día de haberme metido preso y dejarme un día, creo que también de su lado estuvo mal porque no soy un delincuente".
Al respecto, consideró que "Por lo menos podría haberme alejado, che Gustavo vení, acerquémonos. Yo se que estuve mal, pero también estuvimos mal ambas partes…", resumió.
No obstante, y ante la consulta de este medio, expresó: "La verdad que hoy no se si pedirles disculpas, la verdad que no se porque es como que me negaron la libre expresión, me llevaron como si fuera la época de los militares, como si yo fuera el delincuente más grande que puede haber en Plaza Huincul y no es así, creo que no es así, el dialogo yo se lo pedí bien, también he sacado audiencia".
"Ver mi local que continúa cerrado por cosas que le llevan a él, que ni siquiera él viene y me pregunta, que se yo, no entiendo, realmente no entiendo cual es el problema que tienen con nosotros.
Porque si bien dicen que nosotros somos unas personas que somos violentas, que somos personas que no se puede hablar, yo creo que no es así. Cuando vos tenés un local y tenés muchas cosas que van llevando la mano, que te cierran, que te hacen multa, creo que llega el momento que te cansas y explotas, yo tengo mi límite, mis límites ya se sobrepasaron, yo hablé bien con él, lo llamé y me bloqueó, le escribía y me bloqueaba, pedía audiencia y tampoco, desde el 12 de septiembre, lo tengo todo en el teléfono porque ahora es por mensaje, creo que me merecía una respuesta después de que me clausuraron", insistió.