"Dios Mio! No hagan mucha bosta por favor señoras e señores bosteros! Gracias", escribió en portuñol Eduardo Paes, el alcalde carioca, respondiento a una cuenta de hinchas xeneizes sobre la decena de miles de fanáticos que viajarán a Rio de Janeiro para la final del 4 de noviembre.
Por Pablo Giuliano corresponsal en Brasil
El intendente de Rio de Janeiro, Eduardo Paes, bromeó este jueves sobre el esperado aluvión de 150.000 hinchas de Boca Juniors que llegarán a la ciudad maravillosa para la final de la Copa Libertadores ante Fluminense en el estadio Maracaná.
"Dios Mio! No hagan mucha bosta por favor señoras e señores bosteros! Gracias", escribió en portuñol el alcalde carioca, un político aliado del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y conocido por su apego a las manifestaciones populares, como el fútbol, el samba y el carnaval.
Paes, hincha de Vasco da Gama, reaccionó en la red social X (ex Twitter) a una publicación de la página @la12tuittera, que publicó que "Se esperan 150.000 Bosteros el 4 de noviembre en Río de Janeiro. Somos el Movimiento Popular más GRANDE del Mundo".
Los hinchas de Boca Juniors en Brasil comenzaron a organizar banderazos y caravanas en los días previos a la final en la playa de Copacabana, uno de los símbolos de Rio de Janeiro.
Fluminense agotó los primeros 20.000 boletos puestos a la venta por la Conmebol para la final en el Maracaná.
¿Cambio de estadio?
Según la prensa local, el estadio, que es del gobierno del estado de Rio de Janeiro, es motivo de un disputa entre el rival histórico de Fluminense, Flamengo, que quiere utilizar el escenario el domingo anterior a la final para enfrentarse a Bragantino por el campeonato brasileño.
El caso puso en crisis a la Conmebol, que quería tener disponible el escenario una semana antes del choque para realizar eventos y preparar el escenario para la final de la Libertadores y por el cual ha intervenido para mediar la Confederación Brasileña de Fútbol.
Flamengo y Fluminense tienen la administración compartida del Maracaná, que fue reformado para el Mundial 2014.
Fluminense prepara varias actividades para sus hinchas fuera del estadio el día de la final, como colocar en su sede del barrio de Laranjeiras una pantalla gigante, así como en otros barrios de la ciudad.
La organización de estos eventos dependerá de la luz verde de la gobernación del bolsonarista Claudio Castro, quien tiene a cargo a la Policía Militarizada que será la encargada de la seguridad en la ciudad maravillosa.