El encuentro que estaba por comenzar se vio empañado por una serie de golpes y ataques de la seguridad y efectivos de Policía Militar en el estadio Maracaná. Los jugadores del plantel albiceleste volvieron al vestuario.

Los jugadores del seleccionado argentino en su totalidad se retiraron del campo de juego como medida de protesta por la agresión que sufrieron los hinchas propios de parte de los parciales y la policía local y la realización del encuentro corre peligro, tal como ocurriera en las Eliminatorias para Qatar 2022, cuando autoridades sanitarias interrumpieron el cotejo en San Pablo.
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