El bahiense sumó un diploma olímpico y quedó al borde de la medalla. La sampedrina fue cuarta en la final C del K1 500 metros y se ubicó vigésima en la general. Hasta hoy, la mejor actuación correspondía a Javier Correa, que había sido quinto en Sidney, hace casi un cuarto de siglo.
En la mejor actuación histórica del canotaje argentino en un Juego Olímpico, el palista Agustín Vernice sumó un nuevo diploma al compartir con el ruso Uladzislau Kravets el cuarto puesto en la final de la prueba de K1 1000 metros en París 2024,
En la competencia realizada en el estadio náutico Vaires Sur Marine, el argentino se quedó en la puerta del podio y a punto de lograr la cuarta medalla para la delegación argentina. Brenda Rojas, en tanto, fue cuarta en la final C del K1 500 metros y se ubicó vigésima en la general.
Así, los deportistas consiguieron el mejor resultado del canotaje argentino en un Juego Olímpico. Hasta hoy, la mejor actuación correspondía a Javier Correa, que había sido quinto en Sidney 2000, hace casi un cuarto de siglo.
“Lo dí todo”
El palista bahiense que había clasificado para París 2024 por una reasignación de plazas realizada por la Federación Internacional de Canotaje tras el Mundial de Alemania 2023, compartió el cuarto lugar en la final con Kravets, al cruzar la meta con un tiempo de 3 minutos, 28 segundos y 10 centésimas, detrás del checo Josef Dostal (medalla de oro, 3:24:07) y de los húngaros Adam Varga (plata, 3:24:76) y Balint Kopasz (bronce, 3:25:68).
Vernice, también diploma olímpico en sus primeros Juegos Tokio 2020, había avanzado a la final al terminar segundo en la segunda serie clasificatoria (los cuatro primeros de cada una pasaban a la siguiente instancia), con un tiempo de 3 minutos, 28 segundos y 18 centésimas, detrás del húngaro Adam Varga, que empleó 2:27:92.
“Lo di todo. Me cuesta mucho poder recuperarme cuando tengo que correr dos veces en tan poco tiempo. En la semifinal estuve bien de principio a fin, pero en la final no llegué tan entero. Mi gran objetivo era poder volver a ver la competencia con mi familia y mis amigos, cosa que no pude hacer después de Tokio porque no había quedado para nada conforme con mi actuación. Hoy creo que pude vencer a mi mayor enemigo, que soy yo al estar solo. Por eso, este cuarto puesto es como si me hubiese llevado una medalla”, aseguró Vernice al bajarse de su embarcación.
Y agregó que “siento un gran orgullo con lo realizado, porque el esfuerzo fue muy grande. Llevo cuatro meses lejos de casa, sin poder compartir un domingo con la familia comiendo un asado. Por eso quiero compartir esta alegría con ellos, con mi familia, con mi novia, con mis amigos y con todos lo que fueron testigos de este esfuerzo que vengo realizando para poder seguir dándole alegrías a este deporte que tanto quiero”.
“Una siempre quiere más”
La sampedrina Rojas terminó sexta en la tercera serie semifinal, con un tiempo de 1 minutos, 53 segundo y 35 centésimas, lo que le permitió acceder a la final C, ya que las dos primeras iban a la final A; la tercera y cuarta, a la B y la quinta y sexta, a la C. La más rápida de su serie fue la húngara Alida Gazso, con 1:49:76.
Brenda, que participa por tercera vez en un Juego Olímpico (13ª en Río de Janeiro 2016 y 29ª en Tokio 2020) terminó cuarta en la final C, con un tiempo de 1 minuto, 53 segundos y 88 centésimas. Se ubicó detrás de la neerlandesa Selma Konijn (1:50:56), la polaca Dominika Putto (1:52:85) y la francesa Manon Hostens (1:53:10). De esta manera termina en el 20° puesto en la general.
Subieron al podio, en esta prueba, la neocelandesa Lisa Carrington (oro, 1:47:36), la húngara Tamara Csipes (plata, 1:48:44) y la danesa Emma Jorgensen (bronce, 1:49:76).
Después de la competencia, Rojas se mostró satisfecha con lo realizado: “Una siempre quiere más; de lo contrario no estaría acá compitiendo, pero estoy muy contenta con el resultado final. Hasta la semifinal soñaba con todo, pero después había que bajar a la realidad y buscar lo mejor en la final C. Quiero agradecer el apoyo de mi familia, que siempre está al pie del cañón para sostenerme, a todo San Pedro, a mi novio, a mis sobrinos, a mis amigos y a todos los que nos apoyaron para poder estar hoy en París”.