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El gobernador brindó detalles y señaló que el panorama se complica con los recortes de nación. Destacó la austeridad provincial y reclamó diálogo.

El gobernador Rolando Figueroa detalló la elevada porción del Presupuesto 2024 que se lleva el pago de deudas; también destacó el plan de austeridad en el manejo de los fondos provinciales y advirtió que, sin diálogo, el país corre el riesgo de padecer una crisis que “no queremos que llegue a Neuquén”. El mandatario hizo estas declaraciones durante un acto (con inauguración de obras) que realizó en Las Ovejas.

Al hablar sobre los financiamientos para obras, Figueroa explicó que “los neuquinos vamos a necesitar un gran ingenio para ver cómo podemos salir adelante”; y repasó “sólo algunos números” que ilustran sobre el complejo momento de la economía.

“El Presupuesto provincial es de dos mil millones de dólares, ahora sin aportes del gobierno nacional con lo que va a disminuir ese presupuesto”, dijo. Y señaló que “este año tenemos vencimientos de 320 millones de dólares por endeudamiento consolidado (de la gestión anterior), tenemos alrededor de 200 millones de dólares de deudas de obras en ejecución que han sido paralizadas”. Al respecto ejemplificó sobre el esfuerzo que se viene: “Acá, en Las Ovejas, tenemos viviendas que las vamos a activar con ingenio”.

“Ya vamos 520 millones de dólares”, sostuvo y agregó que “si a eso le sumamos que teníamos que financiar un déficit del Instituto (ISSN) de 100 millones de dólares por año, si le sumamos que tenemos que financiar un déficit de los municipios de 100 millones por año, y si le sumamos que tenemos que financiar a uno de los poderes del Estado en un déficit de 60 millones por año, son cerca de 800 millones que se van en la cancelación de deudas y déficit que no le corresponden al Estado provincial”.

Subrayó que, más allá de las limitaciones presupuestarias, “tenemos que brindar -con justicia- las mismas oportunidades (a todos los neuquinos) y ese es el deber que tenemos aquellos a los que nos toca gobernar”.

“Tenemos que tener equilibrio, tenemos que ser mesurados y tenemos que tener aplomo para cuando los momentos no son buenos”, dijo y agregó que también “tenemos que administrar los sentimientos para cuando las cosas no salen como uno piensa, por eso digo que a este país y esta provincia los tenemos que construir entre todos”.

Ese esfuerzo requiere de un ordenamiento que el gobernador puso en marcha ni bien asumió, y del que ahora se ven los resultados. “Reducimos la planta política y, este año, tenemos 32 millones de dólares menos en la política; hemos eliminado las jubilaciones de privilegio de los políticos, hemos detectado que la mitad de los planes sociales estaban otorgados a personas que ni siquiera se presentaron a llenar los requisitos para cobrar, y hemos trabajado en distintas líneas para poder, incluso, intimar a empleados que hace años no van a trabajar” en los distintos organismos del Estado.

“Al Neuquén injusto lo vamos a corregir con el trabajo de todos los neuquinos, pero nos tenemos que escuchar”, expresó el gobernador y ensayó una reflexión: “Muchas veces dicen ´no tengo respuesta´, pero la respuesta está, lo que puede suceder es que no sea la que se pretende, pero la respuesta existe”.

“Nos tenemos que escuchar y tenemos que dialogar, eso es lo que nos toca vivir a todos los argentinos, si no vamos a padecer una crisis que nosotros no queremos que llegue a la provincia de Neuquén, porque los neuquinos hemos elegido vivir con un sentido federal y pregonamos federalismo dentro de la provincia y reclamamos federalismo en un país que a veces es federal a la hora pedirles a las provincia, pero unitario a la hora de gobernar”, señaló. “Eso en Neuquén no va a suceder, en Neuquén vamos a defender y conservar la neuquinidad que todos nosotros pretendemos”, concluyó.