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Según los datos de la Administración Federal de Ingresos Públicos, la Administración Nacional embolsó 92,7 puntos porcentuales más que los distritos.
La distribución de la recaudación tributaria de marzo mostró un sesgo claramente desfavorable para las provincias, tanto por la mayor participación de los impuestos no coparticipables como por la aplicación intensiva de la “motosierra” en las transferencias automáticas y no automáticas, al punto que la Administración Nacional embolsó 92,7 puntos porcentuales más que los distritos.
Los datos difundidos por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) -nuevamente, la Secretaría de Hacienda no dio a conocer el informe correspondiente- dieron cuenta de una recaudación tributaria nacional de 7 billones 726.458,7 millones, con un incremento interanual nominal del 230,6%, unos 55 puntos porcentuales menos que la inflación estimada para los doce meses transcurridos desde marzo de 2023.
La Nación pagó el mes pasado a las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires tuvieron un aumento interanual del 164%, es decir 92,7 puntos porcentuales menos que los 256,7% de incremento que tuvo la recaudación destinada a la Administración Nacional.
Al margen de representar una caída en términos reales de aproximadamente el 16%, la desigual evolución de los distintos tributos dejó en evidencia una mayor participación de los impuestos no coparticipados, principalmente los derechos de exportación y el impuesto PAIS, que tuvieron alzas interanuales del 541,7% y 1.552,5%, respectivamente.
Dicho de otro modo: el aumento del 230,6% se reduciría al 199,2% si se excluyeran a esos dos tributos que, al ser no coparticipables, dejan un margen más estrecho para las provincias a la hora de la distribución de recursos.
Esa brecha está reflejada en la propia planilla de la AFIP, que en su clasificación presupuestaria muestra que a la Administración Nacional le correspondió un crecimiento del 256,7% y a las provincias del 201,2%, es decir una diferencia de 55,5 punto porcentuales en detrimento de estas últimas.
Pero esa diferencia se profundiza aún más si se contrasta la recaudación nacional con la suma de las transferencias (automáticas y no automáticas) que la Nación realizó a las provincias el mes pasado.
Al respecto, de acuerdo con la información suministrada por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) y Politikon Chaco en base a datos oficiales, las transferencias automáticas (Coparticipación, leyes especial y compensaciones por el Consenso Fiscal) fueron el mes pasado de 2 billones 222.293 millones de pesos, un 184,1% más que en marzo de 2023.
Por su parte, las no automáticas o discrecionales (FONID, cajas provinciales, entre otras) cayeron de $ 80.797 millones a $ 56.805 millones en un año, un recorte nominal del 29,7% y real de más del 82%.
La suma de ambos conceptos arroja un total de 2 billones 278.098 millones de pesos, de lo que se infiere que los recursos que la Nación pagó el mes pasado a las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires tuvieron un aumento interanual del 164%, es decir 92,7 puntos porcentuales menos que los 256,7% de incremento que tuvo la recaudación destinada a la Administración Nacional.
La disparidad no es un caso aislado de marzo y tiene altas chances de repetirse en los próximos meses, debido a que se espera un fuerte incremento de los recursos provenientes de las retenciones a la exportación, así como del impuesto PAIS, tanto por el efecto de la devaluación de diciembre como por la modificación aplicada a ese tributo en enero de este año, que no forma parte de la base de comparación de los meses de 2023.
Del mismo modo, la caída de la actividad económica volverá a repercutir en los impuestos vinculados al consumo interno como el IVA y Ganancias, en tanto la necesidad del gobierno por consolidar el superávit fiscal lo llevará a proseguir con los recortes a las transferencias no automáticas a las provincias.