La golpeó hasta desmayarla y al verla en estado de indefensión, prendió fuego el colchón de la vivienda para incendiarla con ella adentro. Finalmente huyó aunque fue detenido por la policía de Catamarca.
José Marcelo Vega se encuentra detenido con prisión preventiva desde mediados de abril, imputado por el escalofriante ataque a su pareja en Antapoca, Valle Viejo, en la provincia de Catamarca. La jueza de Control de Garantías de Segunda Nominación, Cecilia Mas Saadi, dictaminó la medida por 90 días, tras un brutal episodio que, afortunadamente, no terminó en femicidio, pero que estuvo precedido por una alarmante serie de denuncias por violencia de género que no habrían tenido el curso judicial necesario.
El hecho que derivó en la detención de Vega ocurrió entre la noche del 17 y la madrugada del 18 de abril en la precaria vivienda que compartía con su pareja. Según la investigación, tras una discusión, Vega atacó salvajemente a la mujer con golpes de puño y un elemento cortopunzante. Testimonios revelan que la sujetó del cuello en reiteradas ocasiones hasta desvanecerla, mientras continuaba golpeándola.
En un acto de extrema crueldad, el agresor aprovechó la indefensión de la víctima para prender fuego un colchón, todo ello mientras la amenazaba de muerte. Finalmente, Vega huyó del lugar, abandonando a su pareja a su suerte en medio de la terrible situación.
Milagrosamente, la joven logró escapar del inmueble en llamas y pedir ayuda, sobreviviendo al brutal ataque. Inicialmente, la fiscal de Instrucción de Tercera Nominación, Valeria Reyes, intervino y ordenó la detención del sospechoso. Posteriormente, la causa fue remitida a la fiscal de Violencia Familiar y de Género, Alejandra Antonino, quien indagó e imputó a Vega por "homicidio en grado de tentativa calificado por mediar una relación de pareja". La víctima, además, se constituyó como querellante, representada por la abogada Marcela González.
Un Historial de Terror Ignorado
La investigación del caso revela un preocupante historial de violencia por parte de José Marcelo Vega hacia su pareja, con quien mantenía una relación de cinco años. Existían denuncias previas que anticipaban la potencial fatalidad de este último ataque.
Una de estas denuncias data de 2024, donde la víctima relató que Vega la había ahorcado mientras la amenazaba con macabras palabras: "Te voy a enterrar acá y te voy a echar cal, nadie te va a encontrar acá". En esa ocasión, la joven denunció que la familia de su agresor era testigo de los hechos de violencia, pero la instaban a "aguantar", normalizando la situación y la adicción a las drogas de Vega, a quien justificaban diciendo que consumía para olvidar su pasado carcelario por narcotráfico. "La realidad es que se droga por gusto y está todo el día en ese estado", declaró la víctima en su denuncia, donde también solicitó medidas de restricción perimetral para poder "hacer su vida".
En enero de este año, la joven volvió a presentarse en la Unidad Judicial 10 para denunciar una nueva agresión. Vega la había atacado a golpes e intentó ahorcarla, siendo interrumpido por la intervención de otra persona. Tras la agresión, la abandonó en la casa de Antapoca. La víctima se comunicó con amigas para contar lo sucedido, y recibió un mensaje de Vega que decía: "No quiero más problemas, mejor andate de la casa".
Pese a este alarmante derrotero judicial, la denuncia de enero aparentemente no habría tenido el curso necesario, y no se tomaron medidas de protección para la víctima. De haberse actuado con celeridad, es posible que Vega hubiera tenido restricciones legales y el brutal ataque de abril se hubiera evitado.
Afortunadamente, en esta ocasión, la amenaza de muerte no se consumó, y hoy no hay que lamentar una nueva víctima de femicidio en Argentina. Sin embargo, este caso pone de manifiesto la urgente necesidad de que las denuncias por violencia de género sean tomadas con la máxima seriedad y que se implementen medidas de protección efectivas para las víctimas, evitando así que las advertencias se conviertan en tragedias irreparables.
El Derrotero de la Violencia:
2024: La víctima denuncia que Vega la ahorcó y amenazó de muerte: "Te voy a enterrar acá y te voy a echar cal, nadie te va a encontrar acá".
Enero de 2025: Nueva denuncia por agresión física e intento de ahorcamiento. La víctima es abandonada por Vega en su domicilio.
Abril de 2025: Intento de femicidio. Vega golpea brutalmente a su pareja, la intenta asfixiar, prende fuego un colchón y huye, dejándola a su suerte.