Con el alegato de apertura a cargo del fiscal jefe Pablo Vignaroli, comenzó hoy un juicio por jurados en el que se resolverá la responsabilidad penal de R.F, un hombre acusado por abusar sexualmente de una niña de su entorno familiar en la ciudad de Neuquén.
El delito que el representante de la fiscalía le atribuyó al imputado es abuso sexual con acceso carnal continuado triplemente agravado, por ser cometido por el encargado de la guarda, por transmisión de una enfermedad sexual que constituyo un grave daño en la salud física de la víctima y por el uso de arma, todo en carácter de autor (artículos 119 primer, tercer y cuarto párrafo incisos “b”, “c” y “d” y 45 del Código Penal).
Durante la realización del alegato de apertura, el fiscal jefe sostuvo ante el jurado popular que “cuando termine éste juicio ustedes van a tener que decidir si el hecho ocurrió y si ocurrió de acuerdo a lo planteado por la fiscalía y yo les aseguro que no van a tener ninguna duda para declarar la responsabilidad del imputado”.
La defensora de los derechos del niño y el adolescente Andrea Rapazzo adhirió a los hechos y la calificación legal expuestos por el fiscal jefe.
El magistrado que interviene como juez técnico Andrés Repetto, dio las instrucciones generales al jurado y tras la realización de los alegatos de las partes, comenzó la producción de la prueba. Está previsto que en las cuatro jornadas que se fijaron para el juicio, se reciban testimonios y se proyecten las declaraciones de la víctima, obtenidas a través de cámara Gesell.
De acuerdo a la diagramación realizada previamente, el jurado podría deliberar y luego emitir su veredicto el próximo viernes.
La teoría del caso que presentó el funcionario del Ministerio Público Fiscal fue que R.F, abusó sexualmente de una niña de su entorno familiar de manera reiterada, continuada y sistemática entre los años 2014 y 2020, cuando la víctima tenía era una niña. El acusado, que sabía que era portador de HPV, cometió los abusos aprovechando las facilidades que le otorgaba la convivencia y que la niña quedaba a su cuidado.
En algunas ocasiones, ante la negación de la víctima, el imputado la amenazaba utilizando un arma de fuego. Los abusos sexuales fueron develados una vez que la niña comenzó a recibir atención médica y fue examinada en un Hospital neuquino.
Debido a que la expectativa de pena para los delitos que la fiscalía le atribuyó al imputado excede los 15 años de prisión, interviene para juzgar el caso un tribunal de ciudadanos y ciudadanas.
Durante el juicio el fiscal jefe y la defensora de los derechos del niño y el adolescente contaron con la asistencia de las agentes judiciales Carolina Muñoz y Luciana Toth.