Por pedido del fiscal del caso Gastón Liotard, un hombre acusado por un homicidio ocurrido el 4 de noviembre en pleno campo de un paraje cercano a la localidad de Añelo, seguirá detenido.
Así lo resolvió hoy, por unanimidad, el tribunal colegiado, luego de escuchar el planteo de las partes. De esta manera, el hombre a quien la fiscalía le imputó el delito de homicidio simple permanecerá detenido con prisión preventiva por el término de cuatro meses.
Durante una audiencia de revisión de las medidas cautelares, el fiscal del caso Gastón Liotard solicitó que se rechace el pedido de la defensa de remplazar la medida cautelar por una detención domiciliaria y que, por el contrario, se confirme la prisión preventiva dispuesta el miércoles pasado. En esa oportunidad, el Ministerio Público Fiscal demostró la existencia de peligro de fuga y de entorpecimiento de la investigación.
“La medida es racional. No cabe otra medida distinta que la prisión preventiva para cautelar el proceso. Con las habilidades que tiene el imputado puede entorpecer la investigación. El peligro de fuga se sostuvo porque no tiene arraigo, el trabajo de peón rural se puede hacer en otro lugar, puede evadirse y no estar a derecho”, sostuvo hoy Liotard para que se mantuviera la medida cautelar. El tribunal escuchó a las partes y, por unanimidad, se inclinó por la solicitud fiscal y resolvió ratificar la preventiva.
El crimen
El hecho ocurrió el 4 de noviembre, cuando la víctima, José Muñoz, decidió salir al campo junto a otra persona en busca de animales que estaban pastando. Cuando llegaron a un sector cercano a otro campo encontraron dos de esos animales atados y un tercero ya faenado, advirtiendo huellas en el lugar que los conducían a un puesto en el que trabaja el imputado, L.H.G, por lo que llamaron a la policía y acordaron presentarse más tarde a radicar la denuncia. Según explicó Liotard, más tarde, Muñoz decidió ir en buscar a L.H.G “para reprocharle la circunstancia”, mientras que el otro hombre decidió no acompañarlo “porque le tiene miedo, es agresivo y anda siempre con un cuchillo”. “Muñoz siguió y encontró a L.H.G en medio del desierto”, detalló el fiscal, respecto del momento en que el acusado le produjo a Muñoz “una herida en el vientre con un arma blanca, para luego atarlo de los pies, arrastrarlo con un caballo entre 3 y 4 km, creemos que ya sin vida, y enterrarlo prolijamente en un lugar para que no fuera hallado, junto al recado y al arma utilizada”.