Por Patricio Petrini
El festejo por el trigésimo sexto aniversario de Dina Huapi se vio empañado por una situación fuera de libreto que revolucionó no solo a aquella localidad.
El eco de una acción violenta está resonando también en Bariloche y conmociona al mundillo del nuevo folklore argentino.
Sele Vera y Los Pampas fue la atracción principal.
El anuncio de cualquier actuación del grupo, a partir del carisma de su líder, Selena Vera, es garantía de convocatoria.
Pero en Dina Huapi se produjo un hecho que, según la parte que lo cuente, tiene diferente responsable.
En la prueba de sonido, el encargado de la parte técnica de la jornada, Hugo Mardones, mantuvo un entredicho con el mánager y músico del grupo, Adrián Pérez.
El resultado fue la fractura en el pómulo del sonidista –según él mismo narró– a causa de un topetazo y un golpe de puño del representante.
El joven hizo la denuncia en la comisaría local, donde también acudió Pérez, quien a su vez realizó una acusación y ofreció otra versión, indicando que fue Hugo quien le dio un cabezazo en la boca que le rompió una prótesis dental.
El sonidista, querido y respetado en su ciudad, recibió un amplio apoyo de la comunidad de Dina Huapi. Incluso desde la municipalidad, y también por parte de referentes de la oposición, se brindaron expresiones de apoyo.
“Me duele la cara”, decía Hugo al día siguiente, con el rostro totalmente inflamado.
Con dificultades para hablar, por el malestar que implicaba articular las palabras con esas huellas del horror en su fisonomía, el muchacho recordó: “Estaba charlando con el tipo, vino y me pegó; ni siquiera me dio tiempo a reaccionar”.
“Vivo un momento malísimo por esto”, se lamentó.
Sobre lo que dijo Pérez, señaló: “Salió a mentir para cubrirse… Es cosa suya. Pero hay testigos del municipio y había colegas a uno o dos metros... Nadie pensó que iba a venirme a pegar. Que diga lo que quiera, no es como él lo cuenta. Ahora todo seguirá por la vía legal”.
El sábado, más allá de la imagen que presentaba su cara, con la dolencia obvia, Hugo optó por continuar con su tarea.
Cabe destacar que el hecho ocurrió durante la mañana, antes de que comenzara la serie de actuaciones que tenía a Sele Vera y Los Pampas como número de cierre.
“El show siguió porque yo di el visto bueno. Soy de acá, este es mi pueblo y entiendo el gasto que conlleva una fiesta de este tipo. Por eso quise que continuara y seguí laburando”, sostuvo el sonidista.
El joven explicó que, el sábado, tras lo que sucedió, le dieron custodia policial. Además, puntualmente sobre la presentación de Sele Vera y Los Pampas, indicó: “Como todo festival, el equipo estaba para que lo usara la banda principal. Operaron ellos, pero, obviamente, como encargado del sonido, yo estaba ahí”.
“Ni siquiera hubo una disculpa desde el escenario”, concluyó.