El gobierno de la provincia se metió en un conflicto que no existía, que nadie preveía y que provoca un enorme daño al dictado de clases que venía con un año "relativamente normal". Lo llamativo es que el gremio no gestionó algún aumento de salarios vía premio o, siquiera, una mejora salarial. Fue la administración provincial, con su mayoría legislativa, la que planteó el conflicto con un tema que claramente era una declaración de guerra. Y explotó un conflicto donde no había, nada menos que con la "militancia" de ATEN.
A partir de allí, y del retorno de las vacaciones de invierno, no hubo más clases con normalidad. Los padres y alumnos se vieron inmersos en un tironeo gobierno-ATEN de difícil resolución porque ahora, seguramente, toda la discusión quedará embretada entre el descuento, o no, de los días de paro.
Hay algunos datos certeros. Quitar el presentismo, es una decisión política. Mejorar el ausentismo docente y los sistemas de reemplazos, es una decisión administrativa dado que siempre se pueden pulir los controles y, sobre todo, en la época del "todo digital", cada certificado puede ser rápidamente auditado.
¿Necesita solución el tema de los reemplazos?. Sin dudas, pero los mecanismos están establecidos. El mismo dinero que se destinó al "premio" se puede asignar a ese tema, evitando un conflicto largo y desgastante para todos.
Incluso, aflora en Neuquén capital una "marcha por la dignidad" policial. El tema viene madurando desde hace meses: como ocurre en otros gremios, una parte de los trabajadores activos está por debajo de la línea de pobreza y arrastra también a los jubilados. Por el momento, no está en claro que adhesión tendrá y, eventualmente, qué pasará con las esquirlas que pudieran surgir. Algunas versiones indican que el gobierno les ofrecería un 40% de aumento para desactivar el reclamo. Por ahora, es solo rumor.
Respecto a los docentes, habrá que ver qué postura plantea el gobierno provincial en el encuentro con ATEN. Si la de tender puentes o dinamitarlos. El burro también marcha con zanahorias. Hasta ahora se probó con una línea de denuncias, con descuentos masivos y con acusaciones a través de los medios. Habrá que esperar para saber si se cambia la estrategia. Los alumnos esperan.
