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El gobierno nacional dispuso un aumento del 4% en las tarifas de gas y luz, que tendrá vigencia a partir del 1° de septiembre. En el caso del gas, el nuevo precio tendrá impacto moderado en el bolsillo dado que comienza la primavera y disminuye el consumo.

La administración de Javier Milei había postergado en los últimos meses, las subas en ambas tarifas para evitar el impactó sobre el índice inflacionario. Pero ahora, este lunes 2 de septiembre, ya emitió las resoluciones correspondientes para su aplicación.

Según explicó el gobierno el aumento se produce "a los fines de garantizar un suministro de gas sostenible y equitativo para todos los usuarios, evitar el desabastecimiento y asegurar la viabilidad económica del sector energético".

En síntesis, con el aumento aplicado, los usuarios de altos ingresos (N1), industrias y comercios de todo el país, pagarán, en promedio, el 72% del costo del gas y el 90,5% de la electricidad.

En tanto, los hogares de ingresos medios (N3) pagarán el 32% del valor del gas y el 40% de la generación eléctrica, mientras que los usuarios de bajos ingresos (N2), abonarán el 26% y 25%, respectivamente.

El nuevo precio de referencia de la energía eléctrica para los usuarios residenciales de altos ingresos, comercios e industrias subirá de $58.596 el MWh a $61.526 (5%), aunque la Secretaría de Energía aclaró que el costo real sin subsidios es $68.016.

Gas

En dólares, los usuarios residenciales de ingresos altos, comercios e industrias pasarán a pagar un precio promedio del gas de US$ 3,45 el millón de BTU.

Los usuarios de ingresos bajos (N2) pagarán US$ 1,24 por un bloque de consumo subsidiado (antes era US$ 1,19) y US$ 3,45 por el excedente. Mientras que los usuarios de ingresos medios (N3), pagarán US$ 1,55 el consumo base (antes US$ 1,48) y los US$ 3,45 sobre el excedente.

Los N2 pagan el 36% del valor de referencia sobre un bloque de consumo y los N3, el 45%, lo que equivale a una bonificación de 64% y de 55%, respectivamente.