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El Mercosur y la Unión Europea acordaron crear la mayor zona de libre comercio del mundo con 700 millones de consumidores y un PBI combinado de 21,3 billones de dólares. El acuerdo llega tras 25 años de negociaciones y diálogo abierto.


Javier Milei participó por primera vez en una reunión del pacto sudamericano y se reunió con los presidentes de Brasil, Paraguay y Uruguay y con la jefa europea, Ursula von der Leyen. “Esta es una jornada histórica, un hito fundamental. Se trata de un acuerdo equilibrado y ambicioso”, sostuvo la presidenta de la Comisión Europea.

El convenio se realizó en Montevideo junto a los presidentes de los países integrantes del Mercosur. “Este acuerdo es el resultado de visiones compartidas: en 1994 mi predecesor Jacques Delors estuvo aquí en Montevideo para compartir visiones comunes. Hoy estamos transformando esta visión en realidad”, afirmó Von der Leyen.

“En un mundo cada vez más dividido estamos lanzando un mensaje: demostremos que las democracias pueden ponerse de acuerdo. No es solo una necesidad económica, sino política, creemos que la cooperación trae progreso y prosperidad”, continuó.
La presidenta de la Comisión subrayó que con el acuerdo “creamos un mercado de 700 millones de personas. Los acuerdos comerciales van más allá de la economía, reflejan nuestros valores comunes, y el acuerdo UE-Mercosur refleja nuestro compromiso contra la deforestación y con la implementación de los acuerdos de París”.

“Las inversiones estratégicas europeas se verán facilitadas e impactarán en sectores vinculados a la vida cotidiana de las personas. Y, dirigiéndome a los europeos, digo: este acuerdo es una victoria para la UE. Esta es la realidad”, añadió.

Repercusiones del pacto entre Mercosur y la Unión Europea

El presidente de Uruguay dijo que “todos han subrayado la trascendencia del día de hoy, pese a los matices y diferencias que puedan existir en el grupo”, y calificó el tratado como una “oportunidad” en un mundo “tan convulsionado”, indicó Lacalle Pou.

En el Mercosur, cada país aprueba el convenio y entra en vigencia por separado. La Unión Europea necesitará ratificarlo a través de al menos 15 países del bloque, que representan el 65% de la población europea. Además, deberá pasar por el examen del Parlamento Europeo.