Nuevas elecciones y las mañas no cambian. Otra vez los neuquinos tenemos que escuchar como el grupo privilegiado al que ustedes pertenecen, nos llenan de discursos de amor por lo nuestro, de defensa de nuestros recursos de las manos predadoras de los porteños malignos. Sí, el mismo discurso de ustedes, que de los últimos 70 años de gobierno en nuestra provincia, 50 han sido bajo el mandato del mismo partido y, en su mayoría, de la misma familia. Porque el feudalismo y el nepotismo no se combate, se practica.
Cuando ustedes, como actuales, y pretendientes gobernantes prometen cambios están simplemente subestimando la inteligencia de los neuquinos. Nadie más autorizado a cambiar la realidad, el futuro y la potencialidad de los neuquinos que ustedes, que llevan toda una vida (y en algunos casos varias generaciones) gobernando Neuquén. Pero no, prefieren jugar a cambiar el pasado, mentirnos; decirnos que los partidos nacionales vienen a “meter la mano en los bolsillos”, a “vender espejitos de colores” y otras frases de mal diseño para el proselitismo.
Pero lo real es que no hace falta que venga nadie desde Buenos Aires a meter la mano en nuestros bolsillos cuando tenemos funcionarios enriquecidos a niveles escandalosos. Yo les pregunto a cada uno de ustedes: Koopmann, Gaido, Pechén, y tantos otros ¿Cuál es su patrimonio? ¿Cuántas casas tienen? ¿Pueden mostrar las cuentas bancarias, las de Argentina y las del exterior?¿En cuáles de los barrios cerrados de Neuquén viven como reyes? ¿En qué escuelas y universidades privadas estudian sus hijos?
Sé que no van a responder porque en campaña siempre apuntan hacia otro lado, encontrar otros culpables del desastre que hicieron con la administración del dinero de todos los neuquinos, con que somos la provincia con más deuda por habitante del país (¡más que Formosa, Chaco, Catamarca!), que tenemos récords nacionales en robos por habitante.
Así también tapan su responsabilidad ante el saqueo durante los 20 años de kirchnerismo. Sin ir muy lejos, un ejemplo es cuando Jorge Sapag, por entonces gobernador, renunció al derecho de cobro de 3500 millones de dólares que tenía Neuquén por regalías mal liquidadas para mantener la buena relación con Cristina Fernández de Kirchner, presidente entonces. En estos días, cuando la teta de la vaca da millones, la provincia aún tiene déficit y se endeuda.
Esta provincia tiene por naturaleza muchas cosas buenas, pero todo lo bueno que ha logrado es a pesar de estos gobernantes-candidatos y no gracias a ustedes. No hablen más de defender a los neuquinos. Soy neuquino, como mi esposa y mis 5 hijos, hermanos sobrinos, amigos, vecinos… y digamos las cosas de frente: ustedes no defienden nada más que sus intereses.