Puede ser una imagen de carretera y texto
Por: Romy Encina
Soy docente de Loncopué y quiero contar esta historia porque quizás algunas colegas pasaron o están pasando por lo mismo y quiero decirles que no tengan miedo, no están solas.

Este año fue muy difícil en mi trabajo, me pusieron a cargo de 6 y 7mo grado, en dos áreas específicas lengua y ciencias Naturales. A principio de año hubo cambios en el equipo directivo. Asumiendo la dirección un hombre y la vicedirección una mujer. Desde el inicio las cosas no marcharon bien, al parecer al director le molestaba mi carácter y forma de ser, porque no me callaba nada, todo lo que me molestaba se los hacía saber.

En el mes de septiembre tuvimos un conflicto por el uso del guardapolvo de una estudiante, el cual me molesto mucho porque el director les hablo mal a mis estudiantes. Ese mismo día en el cambio de hora salgo del aula de 7mo para dirigirme a 6to, viene el señor director y me saca del aula en el pasillos de la escuela me empieza a gritar, yo le pedí que a mi no me gustan esos tipos de tratos y tampoco para mis estudiantes, que se dirija bien.

Después de ese día todo cambió. En el mes de octubre se me llama a la vicedireccion para hablar, en donde se encontraba el director y la vicedirectora, ahí mismo me dicen que una mamá de 7mo fue a la escuela a manifestar que yo hablaba mal del directivo frente a mis estudiantes, en ese momento le dije que me diera el nombre de la mamá, que la llame si quería y que pregunte o sondee en el grado si consideraba necesario porque yo jamas había dicho esas cosas. Él por su parte dijo que no.

Después saltó el tema del uso del guardapolvo donde él dice que queda mal que una mujer (estudiante) use el guardapolvo corto, a mi no me pareció, trato de cambiarme la idea que tenia sobre eso, a lo que le dije que no lo iba a lograr, osea un hombre si y una mujer no. Esa situación me enojó, el me trató de feminista porque mis pensamientos no coincidían con los de él.

Pasado esto yo ya venia con problemas para ir a trabajar, cada vez que tenia que ir a la escuela lloraba, no me quería bajar del auto, pero al mismo tiempo sentía que tenia una responsabilidad con mis estudiantes a los que estimo muchísimo. Después de esa reunión que tuvimos en la vicedirección, al día siguiente llamé a la mamá de la estudiante que según él manifestó eso y ella responde que no, que nunca fue a la escuela, que al contrario la habían llamado pero por otra situación.

Ese día estaba en mi casa muy mal angustiada lloraba, fui a la escuela y le pedí al director hablar con él, pasamos a la vicedirección y le dije que me había comunicado con la mamá que ella me dijo que jamás había dicho esas cosas, el se puso nervioso y empezó a agarrarse el pelo. Después de esto me fui muy mal al grado, sentía el hostigamiento por parte de él.

Le hice una denuncia al director en la comisaria de Zapala sector de la mujer, le hice saber a la supervisora de esta denuncia que además le deje una copia de la denuncia y le pedí por favor que hiciera un relevamiento en la escuela porque habían otros docentes que se sentían igual. Ella no hizo nada, nunca fue a la escuela. Desde el CONSEJO PROVINCIAL DE EDUCACIÓN solo tuve una entrevista.

Producto de todo esto empecé con ataques de pánico, tuve tres crisis en la escuela, por eso decidí tomarme licencia porque no las podía controlar el miedo que tenía era muy grande. Hasta el día de hoy estoy con psicológa y psiquiatra, quienes me están trabajando, tuve dos momentos de atentar contra mi vida, porque eran tan fuerte las crisis que tenia que se me escapaba de las manos. Hoy puedo decir que de a poco y con ayuda de mi familia estoy mejor, de a poco estoy volviendo a lo que era.

Todo esto de alguna manera se trató de tapar, pero hoy lo hago público porque a veces pensamos que como ellos, los directivos, están en ese lugar tienen derecho a tratarnos mal o imponer su poder para generar miedo, a mi particularmente se me cuestionó hasta las licencias que me tomaba cuando llevaba a mi hijo al médico y sobre todo cuando lo tuve muy enfermo.