Una verdadera multitud dio su último adiós al líder petrolero fallecido el martes. Hubo filas enormes en las rutas, en los ingresos para llegar al Centro Recreativo "Richard Dewey" en Centenario y en el propio espacio donde se ubicó el féretro con los restos mortales del sindicalista. Luego hubo una larguísima caravana hasta Neuquén capital.

Marcelo Rucci señaló que "hoy despidiendo a un gran líder, nuestro gran líder, una persona que personalmente lo aprecio y lo quiero muchísimo. Cuesta, cuesta porque uno transitó muchos años con él y queda la gran responsabilidad de seguir un legado, una obra que la inició Guillermo y que la tenemos hoy sobre nuestra espalda", dijo.

Al definir el legado de Guillermo Pereyra, señaló a "La lucha por las reivindicaciones de los trabajadores, el crecimiento de un sindicato en todo sentido con las obras sociales, con todo lo que ha dejado Guillermo y que lo podemos ver en cualquier lugar de la provincia, tanto de Río Negro como de Neuquén y La Pampa".

"El fue un anticipado a todas estas cosas, porque empezó a trabajar para dejar ordenado nuestra organización, él tenía la responsabilidad de la mutual, de la obra social, de la ART y lo dejó organizado y esto habla claramente de la visión de futuro que tenía", resaltó.