A dos años de tu partida, sigue doliendo como el primer día. Otro año en el que un lugar en la mesa está vacío.
Te recordamos con una sonrisa. Agradecidos por todo el amor que dejaste y la familia hermosa que formaste con Kuki.
Sabemos que estás descansando en paz y algún día nos volveremos a ver. Estarás siempre en nuestros corazones.
Besos y abrazos al cielo, de tu esposa, hijos, yerno, nietos y bisnietos.
Te amamos Parrita!