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Once años después de que se destapara el horror de los maltratos y muertes de niños en albergues católicos para madres y embarazadas no casadas, Irlanda se prepara para enfrentar su pasado más oscuro. Este lunes, a metros de Dublín, comenzaron los preparativos para la exhumación de 796 niños y bebés de una fosa común, descubierta hace más de una década en lo que fue el albergue religioso Santa María del Buen Socorro de Tuam, en Galway.

Los trabajos de desentierro formal iniciarán el próximo mes de julio, pero la problemática ha estado en la agenda pública local desde 2014. Fue entonces cuando la historiadora irlandesa Catherine Corless reveló que numerosos niños, desde recién nacidos hasta los 9 años, fallecieron en este hogar. Su investigación confirmó que los cuerpos habían sido inhumados en la antigua fosa séptica de la institución, la cual, pese a la demolición del albergue en 1972, se mantuvo intacta.

Un Horror Revelado por una Historiadora

La alarma encendida por Corless llevó a un hallazgo macabro: entre 2016 y 2017, se encontraron restos humanos de bebés en el lugar. Esto impulsó al gobierno irlandés a crear una comisión nacional de investigación para desvelar los maltratos sufridos por madres y niños en estos centros. Los resultados, expuestos en 2021, revelaron niveles "alarmantes" de mortalidad infantil.

Estos albergues funcionaron en Irlanda entre 1922 y 1998, recibiendo a unas 56 mil mujeres y 57 mil niños, con un saldo trágico de 9.000 fallecimientos infantiles. Las mujeres embarazadas fuera del matrimonio eran enviadas a estos hogares por orden del Estado irlandés y la Iglesia Católica, quienes también los gestionaban. Allí daban a luz y eran separadas de sus hijos, que luego eran dados en adopción.

"Cuando comencé este proyecto nadie me quería escuchar. Suplicaba: saquen a los bebés de estas cañerías, hay que ofrecerles el entierro cristiano digno que se les negó", explicó Corless, la historiadora de 71 años que destapó la verdad.

La Sombra de "El Hogar" y Otros Abusos

El albergue de Tuam, conocido como "El Hogar", fue dirigido por las monjas de la hermandad Bon Secours entre 1926 y 1961, supuestamente para ayudar a madres solteras. Sin embargo, Corless ya en 2014 argumentaba que el gobierno ocultaba al menos 4.000 certificados de defunción de bebés que pasaron por el albergue y fueron enterrados en fosas sin identificar. Aunque se habían descubierto restos humanos en el sitio en 1975, no fue hasta la denuncia de la historiadora que se conectaron los hechos.

Los documentos a los que accedió Corless revelaron que la mayoría de las muertes infantiles se debieron a tuberculosis, infecciones, partos prematuros y defectos de nacimiento.

No obstante, una inspección gubernamental de 1944 ya había advertido sobre la malnutrición en varios de los 271 niños que residían allí con sus 61 madres solteras.

Estos no habrían sido los únicos maltratos. Algunas órdenes religiosas también operaron negocios privados, como las tristemente célebres Lavanderías de la Magdalena (1922-1996), donde miles de mujeres padecieron regímenes de semiesclavitud y abusos sistemáticos.

Un informe oficial de 2013, previo a los descubrimientos de Corless, indicaba que las madres solteras llegaban a estos lugares por rechazo familiar, abusos, deficiencias físicas o psíquicas, actitudes "inmorales", pobreza u orfandad. A pesar de que los líderes religiosos de Galway negaron conocer lo sucedido y prometieron homenajear a las víctimas, solo el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, fue contundente en 2014: “Si no se establece una investigación sobre las cuestiones de gran preocupación que rodean este asunto, será importante que se desarrolle un proyecto de historia social que ofrezca una imagen precisa del papel desempeñado por esas casas de acogida”.