La fiscal del caso Gabriela Macaya formuló cargos a un varón que, en plena madrugada, se presentó en la casa de su expareja, la golpeó y le robó. Luego de acusarlo y de dar inicio a la investigación, le pidió al juez de garantías que dirigió la audiencia que le imponga una restricción absoluta de contacto y acercamiento.
El imputado es M.A.M, quien de acuerdo con la teoría del caso que presentó la fiscal, el 12 de julio pasado fue a la casa de su expareja en la localidad de Plaza Huincul y le pidió ingresar. Macaya explicó que el acusado logró su cometido luego de advertirle a la víctima que si no le permitía ingresar le cortaría el gas.
Ya dentro de la casa, el acusado se tornó agresivo y cuando la víctima intentó salir a la calle, la tomó del cuello. La mujer activó el botón antipánico, pero el imputado le exigió que rechazara el auxilio de la policía: “decile a la gorra que está todo bien”. Pero cuando la policía dejó la casa, M.A.M la golpeó, provocó destrozos en la vivienda y le sustrajo dinero, para luego irse del lugar en un remis. A los pocos minutos retornó, momento en el que fue detenido por la policía, que había regresado alertada por la víctima.
Luego del relato de lo ocurrido, la fiscal del caso calificó los hechos como lesiones leves agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, en concurso real con robo y daño (artículos 89, 80, incisos 1 y 11, 183, 164, 45 y 55 del Código Penal). También solicitó la medida cautelar para proteger a la mujer y garantizar el avance del proceso.
Tras escuchar los pedidos de las partes, el juez de garantías tuvo por formulados los cargos y fijó el plazo de investigación y de la restricción de acercamiento por el plazo de 3 meses.