Jorge Monforte enfrenta una imputación de "abandono de persona seguido de muerte" -delito que prevé una pena de 5 a 15 años de prisión- por la muerte de su paciente, Rodrigo Roza, y otra de "homicidio culposo" -con pena de 1 a 5 años de cárcel- en perjuicio del policía Roldán.
Por Emmanuel Dalbessio
El médico psiquiatra del hombre que apuñaló y mató al policía Juan Pablo Roldán el 28 de septiembre del 2020 a metros del museo del Malba, en el barrio porteño de Palermo, comienza a ser juzgado este miércoles por el abandono de persona seguido de muerte de su paciente y el homicidio culposo del agente.
Fuentes judiciales confirmaron a Télam que el debate oral estará a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 28 porteño, integrado por los jueces Carlos Chediek, Carlos Rengel Mirat y Federico Salvaj, quienes a partir del próximo miércoles a las 9 comenzarán a juzgar al médico psiquiatra Jorge Monforte.
El juicio se desarrollará en la sede judicial ubicada en la calle Paraguay 1536 del barrio de Recoleta, y por ahora solo está prevista la fecha de la primera audiencia.
El fiscal general a cargo de la acusación será Sandro Abraldes, mientras que la querella, en representación de Carolina Zambrano, esposa de Roldán, estará la abogada Ana Laura Palmucci.
Los argumentos de la acusación
El psiquiatra Monforte enfrenta una imputación de "abandono de persona seguido de muerte" -delito que prevé una pena de 5 a 15 años de prisión- por la muerte de su paciente, Rodrigo Roza, y otra de "homicidio culposo" -con pena de 1 a 5 años de cárcel- en perjuicio del policía Roldán.
Las fuentes indicaron que los testigos previstos para la primera jornada son familiares de Roza, el paciente psiquiátrico que apuñaló al agente federal y que murió horas después tras ser baleado por otros policías.
La fiscal de la causa, Paula Asaro, le atribuyó a Monforte haber actuado entre el 18 y 28 de septiembre de 2020 "de forma negligente y en inobservancia" de sus obligaciones como psiquiatra respecto de su paciente, a quien atendía desde 2014 y a quien había diagnosticado con un "trastorno esquizofrénico de tipo paranoide continuo".
Siempre según la acusación, el psiquiatra soslayó "los controles urgentes, necesarios y adecuados que el mencionado paciente requería", no controló la medicación que le había administrado, ni tampoco ordenó una inmediata evaluación para una posible internación ante una serie de advertencias que en los días previos al suceso, los familiares le comunicaron con preocupación al profesional.
Para la fiscalía, todo ello "importó una elevación del riesgo por encima del permitido que implicó el abandono de dicho paciente a su cargo -Rodrigo Facundo Roza- a su suerte, dejándolo en una situación de desamparo y desprotección tal que derivara en su fallecimiento".
Según la imputación, Roza representaba en ese momento un "riesgo inminente para sí y terceros" y Monforte "ostentando el poder de evitación de ese resultado, soslayó toda acción positiva tendiente a neutralizarlo o reducirlo".
La investigación
En la investigación, llevada adelante por la fiscal el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 14 -primero subrogado para esta causa por la jueza María Alejandra Provítola y luego por su colega Diego Slupski-, se consideró probado que la familia de Roza contactó al profesional en reiteradas ocasiones para pedirle ayuda ante los cambios en su conducta y porque había dejado de tomar la medicación prescripta por el cuadro de esquizofrenia que sufría desde hacía décadas.
"El médico debió activar los mecanismos para lograr una internación voluntaria de su paciente o, en subsidio, una forzosa ante la ausencia de otra alternativa eficaz para su tratamiento, pero ninguna de estas acciones asumió como responsabilidad propia y se mantuvo prácticamente prescindente ante los esfuerzos de los familiares", sostuvieron los camaristas Ignacio Rodríguez Varela y Magdalena Laiño, al confirmar luego el procesamiento del psiquiatra.
El domingo previo al asesinato del policía Roldán, los hermanos de Roza le habían pedido al psiquiatra que tramitarse una internación, pero el profesional -según audios de WhatsApp incorporados como prueba-, dilató todo hasta el día siguiente después de las 19, cuando tendría tiempo para ocuparse.
El médico está imputado por "no haber atendido adecuadamente, diagnosticado, actualizado su diagnóstico y estado, realizando una adecuada supervisión y control del paciente a cuyo cargo se encontraba su cuidado, y adoptado las medidas urgentes que el caso requería en el marco de la Ley de Salud Mental 26.627", según el fallo de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal.
Al elevar el expediente al juicio oral que comienza esta semana y rechazar un pedido de sobreseimiento de su defensa, el juez Slupski señaló que se podía "sostener la existencia de un nexo de causalidad entre las conductas del acusado, por cierto, típicas, y los fatídicos resultados ocurridos".
El crimen
Roldán, de 33 años y padre de cuatro hijos, fue asesinado el 28 de septiembre pasado, cerca de las 16.30, en la esquina de la calle San Martín de Tours y la avenida Figueroa Alcorta, a metros del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), adonde acudió ante la presencia de un hombre con problemas psiquiátricos que vociferaba delante de unas personas que tomaban un café en la vereda.
El hombre, quien prestaba servicio en la sede de la policía Montada de la Policía Federal (PFA), llegó junto a otro efectivo de la misma fuerza y dos de la policía porteña que intentaron disuadir a Roza.
En esas circunstancias, Roldán fue atacado por este hombre, quien le aplicó cuatro puñaladas con un cuchillo que llevaba en una mochila, y al defenderse, el policía lo baleó, por lo que ambos resultaron heridos y murieron poco después.
El efectivo de la PFA fue inhumado con honores en el cementerio de Chacarita y ascendido postmortem del grado de inspector al de principal por el Ministerio de Seguridad.