En medio de un móvil televisivo, el periodista Diego Lewen también halló una prenda de vestir. "Es una plaza muy grande y en la oscuridad no se ve, no había luz. Se rastrilló, pero estaba oscuro", se excusó el comisario Jorge Muñoz. El ingeniero civil Mariano Barbieri fue asesinado por un delincuente que le robó su teléfono celular en el Parque Tres de Febrero, del barrio porteño de Palermo.
El cuchillo presuntamente utilizado para asesinar al ingeniero civil Mariano Barbieri por un delincuente que la noche del miércoles le robó su teléfono celular en el interior del Parque Tres de Febrero, del barrio porteño de Palermo, fue hallado la mañana de este jueves por un periodista, casi después de 12 horas del haberse cometido el crimen y luego de que la policía trabajara en la zona.
"Es una plaza muy grande y en la oscuridad no se ve, no había luz. Se rastrilló, pero estaba oscuro", se excusó un comisario de la Policía de la Ciudad al ser consultado sobre el hallazgo de parte de un periodista del canal C5N.
"Es una plaza muy grande y en la oscuridad no se ve, no había luz. Se rastrilló, pero estaba oscuro"
Jorge Muñoz, comisario de Palermo
"Estábamos recorriendo el parque, viendo si encontrábamos algo y nos encontramos con este cuchillo de la conocida marca brasileña (Tramontina)", dijo en medio de la transmisión en vivo el periodista Diego Lewen, a las 7.45 de este jueves, mientras las cámaras exhibían el arma con manchas que parecían ser de sangre.
En medio de un móvil televisivo, el mismo cronista también halló una prenda de vestir antes de la llegada de los peritos de la Policía Científica de la ciudad.
Al ser consultado sobre el hallazgo, el comisario Jorge Muñoz, de la Comisaría Vecinal 14C de Palermo, se excusó al manifestar que "se rastrilló, pero estaba oscuro".
"Es una plaza muy grande y en la oscuridad no se ve, no había luz. Se rastrilló, pero estaba oscuro", se limitó a decir el comisario.
Además del cuchillo y un pantalón corto color gris, los peritos luego secuestraron en las inmediaciones una campera, una mochila y una frazada que serán analizadas.
El análisis de cámaras y teléfonos son claves para dar con el asesino
El comisario a cargo de la investigación indicó que la pesquisa está centrada en el análisis de las cámaras de seguridad y de teléfonos celulares para determinar el lugar exacto en el que se produjo el ataque y poder establecer así el sentido de fuga del delincuente y si actuó solo o con cómplices.
"Estamos trabajando sobre todo con las cámaras de seguridad. Eso nos va a dar la imagen y descripción del autor. Para dar con él, debemos saber con certeza dónde ocurrió la agresión para luego conocer el sentido de fuga", aseguró a la prensa el jefe de la Superintendencia Investigaciones de la Policía de la Ciudad, el comisario general Miguel Ángel Fornaro, durante una rueda de prensa realizada frente a una heladería de la cadena "Cremolatti", situada justo en el cruce de la avenida del Libertador y Lafinur, donde la víctima pidió ayuda a los empleados y se desplomó.
Es que en el interior del parque no hay cámaras de seguridad, sino que las que hay se encuentran en el perímetro, por lo que es importante saber para qué zona huyó el atacante y así poder localizarlo mediante un seguimiento de imágenes, explicaron los investigadores consultados.
El comisario general reveló que un testigo mediante un llamado al 911, geolocalizado en la intersección de la avenida Berro y la calle Casares, denunció que fue una única persona la que agredió al ingeniero civil, aunque el funcionario policial no descartó la participación de terceros en el hecho.
"La persona que hace el llamado fue en Berro y Casares. Esta persona lo describe al agresor, pero no puedo dar detalles", agregó el jefe de la Superintendencia Investigaciones de la Policía de Ciudad.
La secretaria de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Elizabeth Caamaño, reconoció que aún está “en investigación” identificar con precisión cuál ha sido el lugar del ataque, pero comentó que además de las cámaras, se trabaja con “perros rastreadores”, para intentar reconstruir el camino de la víctima y también el del asesino.
“Nos vamos a basar también en el trabajo que estamos haciendo con los perros. Aquí se les dio una prenda de Mariano para que pueda hacer el camino que él tomó y dónde estuvo”, explicó.
Junto a la secretaria, el comisario Fornaro también informó sobre algunos aspectos de la investigación y en ese sentido, volvió a referirse al trabajo de los perros rastreadores para indicar que llegaron a tres lugares distintos, entre ellos al sitio donde paran una serie de personas que ya quedaron identificadas y bajo investigación.
“Personal de la División Perros estuvo haciendo tareas en el predio, en la Plaza Sicilia, y determinó un trayecto hasta el lugar donde estaba el cuchillo, en primer término. De ahí los llevó hasta un segundo lugar, donde hay una prenda, una manta, al lado de un arbusto; y de ahí, lo llevó hacia un tercer sitio, donde había personas”, explicó el jefe policial.
“Con respecto a esas personas, se tomaron todas las medidas cautelares que corresponden, están identificadas. No se puede adoptar ningún otro temperamento que no sea el que dispone la fiscalía”, agregó Fornaro.
Por último, comentó que la víctima no tenía “un celular solo” sino que se está trabajando con “los celulares”, aunque prefirió no ahondar en detalles.
Voceros judiciales detallaron a Télam que la víctima, si bien reside en la localidad bonaerense de Béccar, se encontraba circunstancialmente viviendo en el departamento de un amigo, en el barrio de Palermo, y que no se determinó aún adonde se dirigía al momento del crimen.
A raíz del hecho se inició una causa por "homicidio en ocasión de robo" en la que interviene el fiscal Marcelo Munilla Lacasa, a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional 36, quien aguarda el resultado de la autopsia.
El homicidio de Mariano Barbieri
Mariano Barbieri fue asesinado la noche del miércoles de una puñalada en el pecho que le llegó al corazón por al menos un delincuente que le robó el teléfono celular cuando caminaba por el barrio porteño de Palermo, y si bien alcanzó a pedir ayuda en una heladería de la zona, murió al llegar al hospital.
El ataque ocurrió cerca de las 22.45 cuando la víctima fue interceptada por al menos un ladrón en la zona de la Plaza Sicilia, en inmediaciones del Jardín Japonés y a metros del cruce de la Avenida Del Libertador y la calle Lafinur, informaron fuentes judiciales, policiales y el titular del SAME.
En circunstancias que aún son materia de investigación, al menos un ladrón interceptó con fines de robo al ingeniero civil y le aplicó un puntazo que le atravesó el pecho y le perforó una aurícula del corazón, tras lo cual huyó con el teléfono celular de la víctima.
"No me quiero morir"
Un vocero judicial detalló a Télam que Barbieri alcanzó a ingresar herido a una heladería situada justo en el cruce de la avenida del Libertador y Lafinur, donde pidió ayuda a los empleados y se desplomó, situación que fue registrada por una cámara de seguridad del local.
"No me quiero morir", alcanzó a decir el ingeniero, según relataron los testigos a los investigadores, tras lo cual les pidió a los empleados que trataran de contactar a sus familiares.
Los testigos también afirmaron que el herido llegó a contar que una persona le había robado y herido con un cuchillo.
"Entró en paro en la ambulancia, el equipo lo empezó a masajear y alertó al Hospital Fernández. Lo recibieron rápidamente en el shock room ya en paro. Luego de masajearlo por 40 o 50 minutos, falleció. Fue un puntazo que entró directo a la cavidad cardiaca, no hubo forma de sacarlo", relató Alberto Crescenti, director del SAME.
"Era muy difícil que sobreviviera"
El director del Hospital Fernández aseguró que Barbieri sufrió una "doble lesión" producto de la entrada y salida de un cuchillo que le clavaron en el tórax, por lo que era "muy difícil que sobreviviera".
El director médico Ignacio Previgliano detalló a la prensa que Barbieri "tuvo una herida penetrante en tórax, ingresó al hospital con un cuadro de shock que evolucionó en paro cardíaco y finalmente falleció".
"El paciente es traído por la ambulancia del SAME, ingresa, se le hacen todas las medidas que incluyeron la colocación de un tubo en la garganta para hacerle respiración mecánica, se le corta el tubo, viene aire, el paciente entra en paro cardíaco, se lo sigue reanimando y, como no responde, se le hace una traqueotomía, se le abre el pecho. Ahí se ve que no había sangre en los pulmones, pero se encuentra un hematoma en el centro del tórax que es el mediastino, se lo drena y, a pesar de eso, el paciente fallece", detalló el profesional.
"La herida es abajo de la clavícula, hay una doble lesión: la primera cuando le clavan el objeto, el trauma penetrante, cuando una cosa entra en el tórax y produce una lesión; pero cuando se saca ese objeto, se produce otro tipo de lesión", explicó.
"Entonces -continuó Previgliano- lo que uno puede asumir es que este muchacho tuvo una lesión penetrante que fue desarrollando un mecanismo que se llama de neumotórax hipertensivo, que va entrando al tórax y colapsando el pulmón y las estructuras circulatorias. Eso va pasando de a poco, por eso él puede caminar unas cuadras hasta pedir ayuda, eso llevó a un paro cardíaco, primero al shock y después al paro cardíaco".
"Esta herida, este mecanismo de lesión en que el objeto impacta y es extraído, es una herida mortal, que, la verdad, era muy difícil que sobreviviera", concluyó.