El Tribunal dará a conocer el martes el veredicto y resolverá si Nicolás Leopoldo López es condenado por un homicidio con "dolo eventual" o si el crimen fue sin intención, en perjuicio de Diego Escobar.
U
n policía de Neuquén concurrió en marzo pasado al taller de un amigo y, en medio de un "chiste", le apuntó con su arma reglamentaria y gatilló pensando que estaba descargada, pero el balazo impactó en el pecho del hombre y lo mató: ahora un tribunal dará a conocer el martes su veredicto y se debate si será condenado por un homicidio con "dolo eventual" o si fue sin intención.
El juicio está a cargo del Tribunal Oral neuquino y el imputado es el policía Nicolás Leopoldo López (29), quien llegó detenido al debate acusado del "homicidio con dolo eventual, agravado por el uso de arma de fuego", en perjuicio de Diego Escobar (28).
Fuentes judiciales informaron que la fiscal Silvia Moreira y el asistente letrado Pablo Jávega requirieron en su alegato del viernes que se declare la responsabilidad penal del policía por ese delito -tiene un mínimo de 10 años y 4 meses de prisión- al haber utilizado su arma reglamentaria con la que efectuó un disparo "a quemarropa" y mató a la víctima.
"El primer día del juicio dijimos que íbamos a poder acreditar que el imputado mató a Diego Escobar. Entendemos que con la prueba que dimos estos días ha quedado comprobado", aseguró.
Luego se refirió a que la discusión en el juicio se centró en determinar si el homicidio fue doloso o culposo.
"Existe una línea delgada entre ambos conceptos", reconoció la fiscal y precisó: "En el caso de dolo eventual, el sujeto acepta que la conducta es capaz de producir la lesión al bien jurídico, y dejó librado al azar que ese resultado lesivo no sucederá y se muestra indiferente".
Por ello, Moreira afirmó que "es eso lo que sucedió en este caso" y que López tenía conocimiento de que su conducta podía lesionar la vida de Escobar y que, aun sabiendo eso, "emprendió la acción, cargó el arma, apuntó y efectuó el disparo".
"Aceptó la probabilidad de que podría provocar la muerte de la víctima y no tuvo ninguna voluntad de evitar ese resultado", concluyó.
El abogado Marcelo Hertzriken Velasco, quien intervino en representación de la familia de la víctima, adhirió al pedido de la fiscalía.
Por su parte, Omar Urra, representante del efectivo, consideró que se trató de un "homicidio culposo", es decir que no tuvo la intención de cometerlo.
Es que López declaró ante el Tribunal Colegiado, integrado por los jueces Luis Giorgetti, Carina Álvarez y Estefanía Sauli, que primero le hizo un "chiste" a un familiar de la víctima y luego intentó hacer lo mismo con Escobar.
"Él fue uno de los oficiales que egresó de manera virtual, hay un programa que tenía que cumplirse y no se hizo. Una vez egresado no se lo siguió capacitando", aseguró el letrado en declaraciones a Télam, y añadió: "Nunca debió ser policía, no terminó con la currícula como estaba prevista y todo esto contribuyó a ser tan negligente".
Por ello, el abogado cuestionó "directamente a la fuerza provincial", ya que consideró que López "no estaba apto para ser policía".
"De hecho, la perito del mismo Poder Judicial, algo que nunca ocurre, hizo un llamado de atención a la Jefatura respecto a que esta persona no podía entrar y que tenían que ser más estrictos con la selección de reclutamiento", indicó.
El crimen de Escobar
El hecho ocurrió el jueves 9 de marzo pasado, alrededor de las 15.20, en el local ubicado en 12 de Septiembre al 800, en el centro-oeste de la capital provincial, donde la víctima estaba trabajando junto a dos primos y otro empleado.
Según la acusación que hizo en la etapa de instrucción la fiscal de Homicidios, Eugenia Titanti, el policía López, con aproximadamente dos años de antigüedad en la fuerza, se acercó al negocio luego de haber terminado su servicio.
En ese momento, uno de los primos de Escobar salió del taller para realizar unas compras y se topó con López, quien portaba su arma y, sorpresivamente, le apuntó en el pecho y apretó el gatillo, sin que saliera el proyectil.
"Asustado, le dijo que no hiciera eso, que no era un juego. Pero haciendo caso omiso, López ingresó al taller, dónde estaba la víctima junto a su otro familiar", señaló en su momento la fiscal en la audiencia de imputación de cargos.
La representante del Ministerio Público afirmó que, en ese instante, el imputado reiteró la maniobra: apoyó el arma en el pecho de Escobar y volvió a apretar el gatillo pero esta vez, el disparo se efectuó, por lo que la víctima murió casi de inmediato.
Titanti encuadró el hecho en su momento como un "homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor" ya que el acusado no se encontraba de servicio (lo había estado hasta el mediodía), por lo que no se aplica en este caso el agravante de la función policial.
El asistente letrado de la fiscalía, Bruno Micciulo, quien es parte del equipo que interviene en el caso, sostuvo que López actuó con "total desprecio por la vida y por la capacitación e instrucción que recibió".
De acuerdo al funcionario judicial, el acusado "entró al taller bromeando y usando su arma a modo de chiste".
"Un testigo le dijo que dejara de hacer esas bromas, ya que no era la primera vez que lo hacía", agregó, y aclaró que "este desprecio por la reglamentación y por su función hace pensar que si no pudo acatar eso, menos se someterá al proceso penal", por lo que llegó al juicio detenido.