Los delincuentes se comunicaban con personas de avanzada edad para que les entreguen sus ahorros, con el discurso de una supuesta corrida bancaria. La denuncia la realizó una vecina a la que le robaron 800 mil dólares. Luego constataron que el matrimonio de jóvenes había realizado más estafas.
Una pareja del barrio porteño de Villa Riachuelo quedó procesada como acusada de haber cometido estafas telefónicas a personas de avanzada edad, a quienes mediante el "cuento del tío" advertían sobre un supuesto nuevo “corralito”, que el país entraba en default o que había una corrida cambiaria, y les hacían entregar sus ahorros en miles de dólares, con los que luego adquirían autos de alta gama, informaron este miércoles fuentes policiales y judiciales.
Tamara Miguel (28), una de las imputadas, dijo esta tarde a la prensa que se le concedió el beneficio de la prisión domiciliaria para estar con sus "siete hijos" y que a su marido "se lo acusa de un solo hecho".
El marido de Tamara es Franco Gastón Yoannu (27), ambos pertenecen a la comunidad gitana y ayer quedaron procesados como coautores de "estafa", un delito excarcelable que se pena con prisión de un mes a seis años.
Según el auto de procesamiento –al que accedió Télam-, Yoannu solo estuvo seis días preso, entre el 17 y el 26 de octubre pasado, cuando la magistrada le concedió una excarcelación bajo caución real por 72 millones de pesos que abonó para recuperar su libertad.
La investigación se inició el 29 de agosto de 2022 con la denuncia de una mujer de 82 años que vive en la zona porteña de Barrio Norte a la que le robaron 800.000 dólares -entre efectivo y joyas- mediante los engaños conocidos como “corralito” o una “corrida cambiaria"
En el caso de Miguel, también se le otorgó la excarcelación, pero como aún no pudo pagar el millonario monto de la fianza, la mujer cumple arresto domiciliario en su casa del barrio porteño de Villa Riachuelo, la misma desde donde la investigación determinó que organizaban las estafas.
"A mí me dieron la libertad porque estoy con mis siete hijos y estoy adentro de mi casa, nunca salí afuera ni nada, es verdad que mi marido salió afuera bajo fianza", aseguró por la tarde Tamara.
Luego, desmintió que estuvieran vinculados a distintos casos de estafa y aclaró: "Nada más se lo acusa de un solo hecho a mi marido".
Además de procesarlos, la jueza en lo Criminal y Correccional 40 Paula González trabó para cada uno de ellos, embargos por 200.600.000 pesos y ordenó para ambos la prohibición de salida del país.
La investigación se inició el 29 de agosto de 2022 con la denuncia de una mujer de 82 años que vive en la zona porteña de Barrio Norte a la que le robaron 800.000 dólares -entre efectivo y joyas- mediante los engaños conocidos como “corralito” o una “corrida cambiaria", en el que un supuesto familiar llamó para advertirle a la víctima que debía cambiar las divisas estadounidenses de "cara chica" ante una inminente corrida en el sector financiero.
A partir de un relevamiento de cámaras de seguridad, y con la colaboración del Anillo Digital, los pesquisas lograron identificar la patente de un auto en el que se sospechaba que se movilizaban los estafadores y de allí surgió que en una oportunidad ese mismo vehículo había sido perseguido por las autoridades hasta encontrarlo en el barrio de Villa Lugano
En este caso -como en otros que se le atribuyen a la misma pareja-, la víctima creyó estar al habla con un familiar, supuestamente una sobrina, que con distintos artilugios que incluyen gritos desesperados y órdenes para que actúe con celeridad, terminó por convencerla de entregar sus bienes a una persona que llegó a buscarlos a la esquina de su casa, en Sánchez de Bustamante y Beruti.
La falsa sobrina le dijo primero que se venía “el corralito”, por lo que la mujer fue hasta su caja de seguridad en el Banco Santander de avenida Santa Fe al 3600 y sacó 60.000 dólares y se los entregó a un supuesto amigo contador de su sobrina en la esquina mencionada.
Ante un nuevo llamado telefónico, la mujer acudió por segunda vez al banco, sacó otros 40.000 dólares, un lingote de oro y dos monedas mexicanas de la caja de seguridad y de su domicilio tomó otros 50.000 dólares que le quedaban y le entregó todo nuevamente al falso contador.
Las fuentes informaron que de las diversas escuchas telefónicas llevadas a cabo para dar con los estafadores surgieron otros casos de robo mediante el "cuento del tío" que llevaron a cabo
De acuerdo a la denuncia de la víctima, entregó a los estafadores 150.000 dólares en efectivo, joyas, dos relojes suizos, anillos de oro y platino, pulseras, las monedas mexicanas y una medalla de oro con cadena del mismo metal, contabilizando todo un valor de 800.000 dólares.
Según determinaron los pesquisas, los estafadores realizaron 739 llamadas entre las 9.44 y las 13.41 de aquel 29 de agosto del año pasado al teléfono fijo de la víctima desde los celulares investigados.
En el caso comenzó a trabajar personal de la División Defraudaciones y Estafas, dependiente del Departamento Delitos Económicos de la Policía de la Ciudad, que llevó adelante una investigación para dar con los responsables del hecho, con intervención de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Número 18, a cargo de Marcelo Ruilópez.
A partir de un relevamiento de cámaras de seguridad, y con la colaboración del Anillo Digital, los pesquisas lograron identificar la patente de un auto en el que se sospechaba que se movilizaban los estafadores y de allí surgió que en una oportunidad ese mismo vehículo había sido perseguido por las autoridades hasta encontrarlo en el barrio de Villa Lugano.
Además de procesar a los detenidos, la jueza en lo Criminal y Correccional 40 Paula González trabó para cada uno de ellos, embargos por 200.600.000 pesos y ordenó para ambos la prohibición de salida del país
Con la anuencia de la justicia, la investigación continuó con el análisis de perfiles de redes sociales y entrecruzamientos de llamados aportados por las antenas de teléfonos.
De allí se pudo identificar a los imputados, ambas integrantes de la comunidad gitana, que se dedicaban a cometer las estafas desde un domicilio ubicado en José León Suárez al 5400, del barrio porteño de Villa Riachuelo.
Por orden del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 40, a cargo de Paula González, la policía allanó esa casa y detuvo a la pareja acusada el pasado 17 de octubre.
Del análisis de los elementos hallados en el procedimiento, se logró el secuestro de un Volkswagen Fox blanco que se encontraba a nombre de uno de los imputados.
Pero la pesquisa continuó, y del análisis de documentación secuestrada en el domicilio -entre ella, facturas de alquiler de cocheras- se dispuso poner una consigna policial en un local ubicado en la avenida José María Moreno 354, en el barrio de Caballito, donde al día siguiente se allanó y se encontraron tres vehículos de alta gama (dos camionetas Volkswagen Amarok y automóvil un Volkswagen Vento GLI) adquiridos con fecha posterior al robo cometido contra la mujer y que estaban también a nombre de los imputados.
En los procedimientos los efectivos les incautaron once teléfonos celulares, siete smartphones, una tablet, una notebook, un DVR del sistema de vigilancia, tres cajas de celulares, joyas, 200 dólares, pendrives, llaves de vehículos, tarjetas de débito de asignaciones familiares y documentación
Finalmente, se halló un quinto rodado a nombre de los investigados -un Volkswagen Golf GTI blanco-, secuestrado junto al resto por orden judicial.
Además, en los procedimientos los efectivos les incautaron once teléfonos celulares, siete smartphones, una tablet, una notebook, un DVR del sistema de vigilancia, tres cajas de celulares, joyas, 200 dólares, pendrives, llaves de vehículos, tarjetas de débito de asignaciones familiares y documentación.
En el procesamiento, González señaló que Yoannu “guarda similitud fisonómica con el sujeto de las filmaciones anexadas a la causa” reconocido por la damnificada como el falso contador que retiró el botín en dos oportunidades, mientras que consideró que "Miguel fue quien efectuó las llamadas simulando ser la sobrina de la víctima”.
A pedido del fiscal Ruilópez, la magistrada ordenó realizar un cotejo de voz entre las escuchas de la causa y los audios indubitados de Miguel que puedan extraerse de su teléfono celular.
La jueza delegó en el fiscal Ruilópez la extracción de testimonios para una nueva investigación que logre identificar a las víctimas de los otros hechos que quedaron plasmados en las escuchas
Las fuentes informaron que de las diversas escuchas telefónicas llevadas a cabo para dar con los estafadores surgieron otros casos de robo mediante el "cuento del tío" que llevaron a cabo.
Uno de ellos fue cometido contra una mujer que entregó 500 mil dólares tras ser engañada cuando una supuesta sobrina la llamó para decirle que necesitaba dinero para sacar de prisión a un familiar que en un accidente de tránsito había atropellado y matado a una embarazada.
De otra escucha, en tanto, surgió otra estafa cometida contra otra mujer mayor que entregó sus ahorros de 5.000 dólares y otra suma en pesos también al caer en el engaño de la "corrida cambiaria".
La jueza delegó en el fiscal Ruilópez la extracción de testimonios para una nueva investigación que logre identificar a las víctimas de los otros hechos que quedaron plasmados en las escuchas.