Luego de dos jornadas de juicio, un varón fue declarado responsable por haber abusado de una niña de su entorno familiar entre 2011 y 2019, en tres domicilios de la ciudad de Zapala y aprovechando la situación de guarda y de convivencia preexistente.

Durante el debate, el fiscal del caso Marcelo Jofré había requerido al tribunal que declare R.R.G penalmente responsable por los delitos de abuso sexual con acceso carnal -tres hechos- en concurso real con abuso sexual gravemente ultrajante -tres hechos-, todo agravado por ser el encargado de la guarda y por ser cometido contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente en carácter de autor (artículos 119 primero y tercero párrafo en función al cuarto incisos “b” y “f”, 55 y 45 del Código Penal).

En la resolución comunicada ayer en la audiencia de lectura de veredicto, el tribunal colegiado compuesto por las juezas Liliana Deiub y Leticia Lorenzo y por el juez Ignacio Pombo, declaró por unanimidad la responsabilidad penal del imputado respecto de los tres hechos de abuso sexual con acceso carnal y de dos de las tres imputaciones de abuso sexual gravemente ultrajante, con los agravantes y la modalidades de concurso indicadas.

Durante el debate, el fiscal Jofré estuvo acompañado por el asistente letrado de la fiscalía Eduardo Dedominichi.

Como querellante institucional en representación de la niña intervino la defensora de Derechos de Niñez y Adolescencia Paula Castro Liptak.

La audiencia donde se determinará la pena que le corresponde cumplir a R.R.G fue fijada por la Oficina Judicial de Zapala, para realizarse a mediados de abril.

Con la declaración de responsabilidad dictada ayer, el ahora condenado deberá ser inscripto en el Registro de Identificación de Personas Condenadas por Delitos contra la Integridad Sexual (RIPeCoDIS).

Hechos

De acuerdo a la teoría del caso que los representantes del Ministerio Público Fiscal presentaron en el juicio, los hechos ocurrieron en fechas inciertas pero entre 2011 y 2019. R.R.G cometió los abusos en tres domicilios distintos de la ciudad de Zapala. Las agresiones sexuales sucedieron en distintas oportunidades pero siempre aprovechando la situación de guarda y de convivencia preexistente entre la niña y el imputado.