Un violento episodio ocurrió el 21 de abril de 2024, tras la finalización de un Superclásico entre River Plate y Boca Juniors: un vecino baleó a otro, el tema se judicializó y el agresor deberá resarcir económicamente a la víctima con la suma de diez mil dólares. Además, el responsable deberá cumplir una pena de dos años de prisión condicional.
En una audiencia celebrada este martes, la jueza penal Natalia Pelosso homologó el acuerdo alcanzado entre el Ministerio Público Fiscal y la defensa del imputado, identificado como J.E.M., quien fue declarado penalmente responsable del delito de lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego.
De esta manera, J.E.M. fue condenado a dos años de prisión de cumplimiento condicional y a abonar la mencionada reparación económica a la víctima, identificada como J.P.M., quien participó de la audiencia y manifestó su conformidad con la resolución del caso. La jueza Pelosso explicó al condenado las estrictas reglas de conducta que deberá cumplir para evitar que su pena se agrave.
Un ataque desencadenado por la pasión futbolística
La investigación llevada adelante por el fiscal Andrés Azar reveló que el día del hecho, la víctima se encontraba en su domicilio del barrio Almafuerte, en el oeste de Neuquén, viendo el partido junto a un amigo. Alrededor de las seis de la tarde, al salir de su casa, se cruzó con su vecino J.E.M., quien lo increpó. En un lapso de tiempo muy breve, el agresor extrajo un arma de fuego y le disparó a J.P.M. en la zona abdominal.
El encuentro deportivo entre los dos clubes más populares del país quedó opacado por este acto de violencia. El amigo del hombre baleado actuó rápidamente y, con la ayuda de un automovilista que pasaba por el lugar, trasladó a la víctima al hospital Heller. Mientras tanto, el agresor regresó a su domicilio.
Tras tomar conocimiento del hecho, la policía provincial, bajo la instrucción del Ministerio Público Fiscal, procedió a la detención del autor del disparo. Las primeras pesquisas indicaron que existían antecedentes de enfrentamientos entre la víctima y el agresor.
Inicialmente, el fiscal Azar y la asistente letrada Carolina Gutiérrez imputaron a J.E.M. por el delito de tentativa de homicidio agravado por el uso de arma de fuego, en calidad de autor. El juez de garantías Marco Lupica Cristo dispuso cuatro meses de investigación y otorgó la prisión domiciliaria al imputado por el mismo plazo, con consigna policial en su vivienda, ubicada a escasos 100 metros del domicilio de la víctima, quien debió ser trasladado al hospital Castro Rendón para recibir atención médica.
Durante la investigación, el fiscal Azar señaló que "el arma de fuego empleada en el hecho aún no fue hallada, si bien se encontraron cartuchos y vainas en el lugar" y confirmó que "se sabe que el imputado regresó a su vivienda luego de efectuar el disparo”. El acuerdo judicial alcanzado pone fin a la instancia penal del caso, aunque deja en evidencia la peligrosa escalada de violencia que puede generar la intolerancia, incluso en el contexto de un evento deportivo.