El caso del joven que mató a Emiliano Lamilla Coria podría dejar en evidencia un acto de justicia por mano propia. Hay varias señales que apuntan en ese sentido.

La teoría que planteó el fiscal lo muestra. La pareja de imputados fue hasta una vivienda a buscar la bicicleta que les había robado un rato antes. Lamilla salió y les devolvió el bi rodado y un instante después el hombre de apellido López extrajo un arma calibre .22 y le disparó dos veces. Uno de los plomos dio en la espalda del hombre que huía al ver que aparecía el revólver, le perforó el pulmón y le provocó la muerte.

Quien fue imputado por disparar el arma es un hombre de 28 años que tenía un trabajo estable. Junto a él estaba una mujer que sería la pareja. Lógicamente, con 2 meses de prisión preventiva su subsistencia económica quedará seriamente comprometida y la familia desperdigada.

Luego vendrá el juicio que, con las imágenes de cámaras colectadas, difícilmente puedan zafar. En síntesis, quizás haya hartazgo por la inseguridad, pero, por una bicicleta, podrían afrontar varios años de condena en una cárcel que marcarán sus vidas para siempre.

No obstante, no se pueden obviar algunas cosas. Una vecina que sufrió un robo, le vaciaron la vivienda el 14 de junio pasado, recién logró que su denuncia llegara a la fiscalía el viernes siguiente, es decir el 20 de junio.

La familia afectada, aportó hasta videos donde se veían en primer plano los ladrones. Con fotos en alta resolución.