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El presidente Javier Milei viajará a Nueva York este sábado para dar su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU. Estará acompañado por el ministro de Economía, Luis Caputo.

La agenda de reuniones no está cerrada, pero por ahora no hay apuntadas reuniones con funcionarios de la Casa Blanca ni con el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI).
como trasfondo del viaje está la negociación de un nuevo acuerdo con el FMI. La administración y pidió, y logró, el desplazamiento de las conversaciones del director del Hemisferio Occidental del Fondo, Rodrigo Valdés. Fue reemplazado por Luis Cubeddu, su número dos.

El jefe de Gabinete, Guillermo Francos confirmó que el Gobierno buscará un nuevo entendimiento con el Fondo pero no dio precisiones sobre los plazos. “Siempre el gobierno nacional tiene la intención de llegar a mejores entendimientos con el FMI. Ha habido algunas decisiones del Fondo en estos últimos días que demuestran también la intención que tienen de buscar un mejor diálogo con la Argentina. Así que ellos reconocen el esfuerzo que está haciendo el país por encausarse, de modo que nosotros somos optimistas en esto y lo vamos a intentar por los distintos medios”, dijo.

Valdés se apartó del caso argentino luego de que el Presidente lo tildara públicamente de “izquierdista” y le transmitiera al managment del Fondo su incomodidad con el economista chileno. Si bien la retirada de un negociador con un país deudor asoma como un gesto muy atípico para la burocracia del FMI, tanto en Washington como en Buenos Aires está claro que ningún nombre propio alterará los términos de un nuevo acuerdo. Las decisiones del Fondo son de carácter institucional y son fruto de un largo circuito que incluye a múltiples departamentos del staff técnico, al directorio a cargo de Kristalina Georgieva, y, lo más importante, al board, que tiene la última palabra y está controlado por los países del G7, con los Estados Unidos con un peso importante.

Respecto al discurso en la ONU, Milei repetiría los conceptos que vertió en enero en Davos, en donde dirigió su discurso a golpear a la izquierda, el socialismo y el “colectivismo”. Luego de esa presentación, Milei señaló su propia consideración de que es un líder mundial relevante por lo que intentaría recuperar esa centralidad.