El gobierno nacional parece decidido a "congelar" los sueldos de las empleadas domésticas y se mantuvo inflexible en la mesa de negociación de no avanzar con un incremento, al menos que acompañe la inflación. En definitiva, la reunión pasó a cuarto intermedio hasta el 21 de octubre próximo.
El último aumento que recibieron las trabajadoras del sector fue de 8,5% con los sueldos de julio y 4% de suba con los haberes de agosto, que llevó el salario básico a 309.000 pesos y la hora trabajada pasó a 2.717 pesos.
El nuevo aumento debió fijarse en septiembre, pero no se concretó y se esperaba para octubre aunque, nuevamente está demorado.