P_: ¿Cómo se conformaría el Consejo de Seguridad?

FG_: El Consejo de Seguridad está planeado y pensado integrado por un concejal de la mayoría, uno de la minoría, por dos representantes del Ejecutivo Municipal, con dos vecinos, habría que buscar la forma más adecuada para elegirlos, y con un asesor de seguridad con probada experiencia que venga a presidir la comisión y a ayudarnos a elaborar un plan de acción para disminuir toda la inseguridad que estamos viviendo día a día. Hay que trabajar coordinadamente con las cámaras de seguridad, con las patrullas policiales, las distintas cuadrículas, con todas las ideas que surjan de este consejo que sería ad honorem.

P_: ¿Esto sería permanente o...?

FG_: Permanente.

P_: ¿Y cómo sería la relación con policía? Porque más allá de que uno elabore una política, si no tiene relación con policía, con el gobierno de la provincia...

FG_: Y a través de las gestiones que haga nuestro intendente con el gobierno de la provincia y coordine ellos. Todo esto va a estar supervisado y, digamos, ejecutado desde el municipio en una relación directa con un Consejo de Seguridad que sería más que nada asesor. Y elaboraría propuestas con informes trimestrales de planificaciones de resultados y logros obtenidos. Creemos que es importante escuchar todas las voces. Sabemos que hoy tenemos un gran déficit de gente que comete un delito, lo notifican de la cárcel y lo dejan irse. Fundamentalmente en algunos casos por leyes que hay que modificar, pero fundamentalmente por falta de espacio carcelario para alojarlos

P_: No hay lugar para meter más presos. Y no es que los que estén están en un salón VIP, ya están uno arriba del otro.

FG_: Un ejemplo claro es hábeas corpus, que presentó la Jefatura Policial Provincial donde en calabozo adaptado para cinco personas hay 18.

P_: Tres veces más, cuatro veces más

FG_: Exactamente, hay que invertir en ese tema para que quien comete un delito puede ir a estar no en su casa, aparte hay gente con prisión domiciliaria y se destina un móvil exclusivamente a las 24 horas y deja de patrullar la ciudad.

P_: ¿Y cuál es el diagnóstico que tienen? Tenemos un problema de qué tipo, digamos, ¿faltan policías, faltan móviles? ¿Qué es lo que está pasando?

FG_: Primero falta capacidad para alojar a quien delinque, sacarlo de la calle, darle un alivio a los vecinos. Segundo aplicar la ley con todo el rigor, pero a veces los jueces se ven en la obligación de notificar y enviar al domicilio o ponerle una tobillera o mandarlo a una prisión domiciliaria, principalmente por falta de capacidad de alojamiento y fundamentalmente porque creo que las leyes hay que aplicarlas con más fuerza y con más energía para que quien delinca automáticamente quede demorado o detenido, aunque sea por un tiempo, para que reflexione y ojalá se recupere.