En un contexto de creciente tensión con el Gobierno nacional, 22 de los 24 gobernadores argentinos se reunieron este lunes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y acordaron la redacción conjunta de un proyecto de ley que busca una redistribución equitativa de los fondos provenientes del impuesto a los combustibles líquidos y de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN). La iniciativa surge tras semanas de reclamos sin respuesta y una contraoferta del Ejecutivo que los mandatarios calificaron de "insuficiente". (foto gentileza Picado)
Durante el encuentro, los gobernadores, incluyendo a Raúl Jalil de Catamarca, firmaron un documento clave. En él, anticipan que el nuevo proyecto propondrá la eliminación de todos los fondos fiduciarios financiados con el impuesto a los combustibles, para que cada jurisdicción pueda asignar esos recursos según sus propias prioridades. Además, buscarán que el 52% de lo recaudado por este tributo sea destinado a las provincias, distribuyéndose mediante el índice de coparticipación federal.
El texto aclara que esta iniciativa "no afectará la sustentabilidad de las finanzas públicas nacionales" y que, por el contrario, "generará más federalismo a partir de mayor equidad distributiva de recursos".
Tensión con Nación: Rechazo a la contraoferta y amenaza de veto
Semanas atrás, los gobernadores habían presentado una propuesta similar al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien se había comprometido a dar una respuesta. Sin embargo, la contraoferta llevada este lunes por su segundo, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, "tuvo gusto a poco" para los mandatarios provinciales.
En concreto, las provincias buscan que el 48% del impuesto a los combustibles líquidos sea administrado por Nación, mientras que el 52% restante quede en manos de las jurisdicciones, distribuyéndose por coparticipación. Fuentes cercanas al encuentro anticiparon que, de avanzar, la ley "debería salir por consenso", un escenario que podría generar un inminente conflicto con el presidente Javier Milei en la antesala electoral.
Los jefes provinciales conformarán una comisión encargada de redactar este proyecto, que inicialmente contaría con el respaldo de los 24 mandatarios. Aunque se lo ve como un punto de partida para negociaciones, no como un fin en sí mismo, existen dos posturas internas: los "dialoguistas" que buscan profundizar las conversaciones con el Gobierno, y los "opositores" que pretenden acelerar el reclamo de fondos.
El enojo de los gobernadores y la postura de Francos
Al finalizar la reunión, los gobernadores evitaron declaraciones públicas y buscaron dar una señal de unidad a través del comunicado conjunto. No obstante, las voces "en off" no tardaron en aparecer.
Según el medio La Política Online, un gobernador expresó: "Le propusimos eliminar los fondos fiduciarios, una amenaza que hizo el propio Milei el año pasado, y no nos pudieron responder". Otro añadió: "No pedimos nada extra, solo que se discuta la distribución de lo que ya existe". Respecto a la petición sobre el fondo remanente de los ATN, un mandatario anónimo fue contundente: "Tendrían que reconocer que se los están robando y por eso no quieren tocar nada".
El malestar de los gobernadores se acentuó por las declaraciones de Guillermo Francos, jefe de Gabinete, casi en simultáneo con la reunión del CFI. Francos advirtió: "Los gobernadores siempre quieren más plata; tratamos de encontrar algún camino para responderles y que no tenga impacto en las cuentas. Pero no hay ninguna posibilidad de que el presidente Milei y el ministro Caputo cedan un ápice en el superávit fiscal. Podrán venir los 24 gobernadores a plantearnos, y cualquier ley que quiera alterar eso será vetada".