Imagen
Carlos Regazzoni, exdirector del PAMI, recordó el informe de UNICEF de agsoto de 2024, que advertía que "un millón de chicos se va a dormir con hambre" cada noche, mientras la salud pública "se nos cae a pedazos" y la política "gasta sin medida". Sus declaraciones, realizadas en una entrevista radial, expusieron una realidad que, según él, está al borde del colapso.

Regazzoni, ex titular del PAMI durante la gestión de Mauricio Macri, crítico del manejo de los recursos públicos, afirmó que la salud pública argentina "está en crisis desde hace años" y que la pandemia solo aceleró su deterioro. Sostuvo que, a pesar del aumento de enfermedades y la demanda, los recursos son cada vez más escasos, convirtiendo el sistema en una "bomba de tiempo que terminó estallando".

La desproporción del gasto público: el Caso Garrahan vs. Legislaturas

Imagen

El exfuncionario puso el foco en la desproporción del gasto público, utilizando como ejemplo el conflicto salarial en el Hospital Garrahan. Denunció que este centro pediátrico clave funcionará este año con un presupuesto de 190 mil millones de pesos, el mismo monto que maneja la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Aún más impactante, la Legislatura bonaerense duplicará ese gasto con 300 mil millones de pesos.

Para Regazzoni, esta diferencia es inaceptable y revela la "verdadera enfermedad de Argentina: la mala política". "Mientras discutimos si suben o no los salarios en el Garrahan, la Legislatura gasta el doble", enfatizó. El panorama en los hospitales públicos se agrava con constantes paros y protestas en centros como el Clínicas y el Posadas. "Hoy las obras sociales no mandan ambulancias y mucha gente que cae del sistema privado termina en hospitales públicos colapsados", señaló.

También criticó la descentralización sanitaria de los años noventa, afirmando que "las provincias no pudieron sostener el sistema y se llenó de clientelismo, corrupción y descontrol. Fue un desastre".

Hambre, malnutrición y otros desafíos sanitarios

El médico subrayó que la situación se vuelve aún más crítica al analizar problemas estructurales como la salud bucal y la malnutrición infantil. Indicó que el 4% de los jóvenes argentinos tiene menos de 20 dientes a los 20 años, lo que impide tratamientos con implantes. "La Argentina atraviesa la peor crisis de dentición de América Latina", aseguró, vinculando esta realidad al aumento de la pobreza, el consumo de drogas y la falta de prevención en las escuelas.

En cuanto a la malnutrición, Regazzoni alertó que "el 35% de los chicos en escuelas públicas tiene sobrepeso, y hace más de dos décadas que los argentinos dejamos de crecer en estatura. Eso es malnutrición". A esto se suma el deterioro del esquema de vacunación, con un 15% a 20% de adultos sin cobertura contra el sarampión a pesar de ser parte del calendario obligatorio.

Finalmente, cuestionó la ineficiencia del sistema: "En Argentina, salvar una vida cuesta mucho más que en países como Brasil o Chile. Las ambulancias llegan tarde, se repiten estudios, y no hay historia clínica única. Todo eso se traduce en más muertes".

A pesar del sombrío diagnóstico, Regazzoni sostuvo que Argentina aún tiene fortalezas como profesionales capacitados, tradición médica y una estructura instalada. Sin embargo, advirtió: "Pero sin recursos, sin organización y sin control, no hay futuro posible". La frase final fue contundente: "Lo privado no alcanza. La salud pública se nos cae a pedazos mientras la política gasta sin medida".