Analizan las distintas alternativas para conmemorar el aniversario del 17 de octubre. Podrían realizar un único acto en el interior del país o una multitudinaria movilización en la ciudad o provincia de Buenos Aires.
Por Julio El Ali
Los diferentes sectores peronistas que integran el Frente de Todos (FdT) analizan las distintas alternativas para conmemorar el próximo Día de la Lealtad y debaten entre único acto en el interior del país o una multitudinaria movilización en la ciudad o provincia de Buenos Aires que emule a la manifestación popular del 17 de octubre de 1945.
Con la llegada de la primavera y el mes de octubre, las bases peronistas comenzaron el debate sobre qué hacer en dos fechas importantes para en el calendario justicialista: el 8 de octubre, nacimiento del fundador del movimiento nacional, el general Juan Domingo Perón; y el 17, Día de la Lealtad.
En el contexto de un movimiento político que ha transformado toda su simbología en un culto, en las semanas previas al 17 de octubre existen -y existieron desde los albores del justicialismo- pujas inevitables entre los distintos sectores por mayor protagonismo y por darle su propio sentido a esta conmemoración, la más importante en el mundo peronista porque se considera como su origen.
Así lo marcaron en la historia argentina los cientos de miles de obreros que en esa fecha se trasladaron de forma espontánea desde las zonas fabriles de la Ciudad y del conurbano bonaerense hacia la Plaza de Mayo con un único pedido: la liberación del entonces coronel y exsecretario de Trabajo Juan Domingo Perón.
A partir de ese día, cada 17 de octubre se recuerda la lealtad del pueblo con su líder, pero cada periodo tuvo su propia interpretación y su forma de recordarlo varió según el contexto político del país y de quién ejerciera el liderazgo del movimiento nacional.
En estos días, en el que gobierna el peronismo con el presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner al frente del FdT, el panorama parecía sencillo y no hacía prever discusiones internas de cómo debía conmemorarse, luego del intento de magnicidio de la expresidenta el pasado 1 de septiembre.
Hasta ese día, voces de todos los sectores del peronismo, más o menos afines a la vicepresidenta, coincidían que en que había que preparar "una gran marcha" que respaldara a Cristina Kirchner ante "la embestida judicial y mediática" que estaba teniendo por parte de los fiscales federales Diego Luciani y Sergio Mola, que pidieron 12 años de prisión y la inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos en el marco de la causa conocida como 'Vialidad'.
Esta posición se reforzó y se llegaron a realizar varias marchas multitudinarias en respaldo a la vicepresidenta luego de que intentaran asesinarla al ingresar a su vivienda del barrio porteño de Recoleta.
No había dudas. Este 17 de octubre iba a tener una figura central y sería Cristina Kirchner, por lo que se esperaba una gran demostración de movilización y convocatoria encabezadas por las agrupaciones kirchneristas, pero de la que también participaría todo el resto del mundo PJ porque el intento de magnicidio había amalgamado aún más lo que ya estaba unido, dejando atrás casi dos años de desencuentros entre el albertismo y el kirchnerismo.
Sin embargo, a poco más de 15 días, el panorama previsible se esfumó y nadie sabe qué tipo de acto se realizará: si habrá uno solo o si habrá dos, o si se realizará en la ciudad, en provincia de Buenos Aires o en el interior. Por ahora, no existe una definición y el caso se estudia en la Casa Rosada, el Instituto Patria y la CGT.
Justamente, la cúpula de la central obrera fue la encargada de dar el puntapié de la polémica al deslizar la posibilidad de concretar un acto en la provincia de Tucumán tras reunirse en la Quinta de Olivos con Alberto Fernández.
Esa cena privada tuvo su propia polémica porque no fue invitado el camionero Pablo Moyano que, en principios, está en las filas de los sindicalistas más alineados con el kirchnerismo.
La propuesta de un acto en Tucumán puso en tensión la unidad de la CGT y los roces llegaron también al frente oficialista, por lo que unos días después quedó descartada o al menos eso dejaron trascender desde los sindicatos más cercanos al mandatario.
Ante este primer cimbronazo, la cúpula sindical se volvió a reunir la semana pasada y decidió realizar un acto propio con toda la liturgia peronista clásica, sobre el que de todos modos resta definir si habrá oradores y si finalmente participa el Presidente, por lo que los líderes gremiales se volverán a reunir esta semana ultimar detalles.
Con ese objetivo, los cotitulares de la CGT Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (Estacioneros) y los dirigentes de la mesa chica Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Armando Cavalieri (Comercio), Roberto Fernández (UTA) y Luis Barrionuevo (gastronómicos) volverán a verse las caras el martes en la sede de la Uocra.
Allí definirán, según trascendió, convocar a participar al moyanismo y hacer un solo acto del movimiento obrero que sería el mismo lunes 17 a las 16 en el estadio de Obras Sanitarias.
El clamor del acto en Tucumán generó puertas adentro el enojo del kirchnerismo, y que quedó plasmado con el anuncio que realizaron desde la CTA que lidera el diputado nacional Hugo Yasky para conmemorar el Día de la Lealtad en Plaza de Mayo.
En una entrevista radial, el secretario de Comunicación de la CTA, Carlos Girotti, adelantó que el próximo 17 estarán "en la Plaza de Mayo" porque "hay reuniones, hay discusiones, pero acá hay una fuerte impronta en el sentido de que el 17 de octubre tenemos que estar en la calle".
"No creo que nadie pueda tomarse un colectivo e ir a Tucumán y menos en el marco de un intento de magnicidio contra la vicepresidenta y cuando hay sectores del conservadurismo y de la derecha local que realmente se sienten molestos con la democracia", remarcó Girotti.
En defensa de los trabajadores
En esa misma línea, el ministro de Trabajo bonaerense y sindicalistas de curtidores, Walter Correa, planteó que "este 17 de octubre debe ser en defensa del sistema democrático, de los trabajadores, de las conquistas de pueblo y de la vicepresidenta".
La idea de la movilización había nacido del propio Pablo Moyano cuando se conoció el pedido de prisión de la Fiscalía federal contra Cristina Kirchner, por lo que también el Partido Justicialista (PJ) nacional, que preside Alberto Fernández, realizó dos reuniones de urgencia y se declaró en "estado de alerta y movilización permanente".
Sin embargo, la movilización conjunta para este 17 parece lejana; un acto en una cancha de fútbol de la provincia de Buenos Aires con la expresidenta como única oradora y todos los sectores del PJ también parece una utopía; un acto en Tucumán parece imposible.
Por ahora, sólo la CGT parece haber definido su accionar lejos de las estructuras del FdT para evitar resentir más la unidad en el oficialismo, aunque se esperan en los próximos días más capítulos de debate para definir otros tipos de actos en conmemoración del Día de la Lealtad.