La empresa Textil Río Grande, que hace 40 años produce crudos de tejido de punto, pidió al ministerio de Trabajo, una prórroga de 60 días en la suspensión de su personal, tras vencer a fines de junio el acuerdo de paz social que se firmó en mayo con los representantes gremiales.
Desde la empresa, se informó al sindicato de Trabajadores Textiles, que la intención es seguir produciendo en Tierra del Fuego, pero la caída abrupta en las ventas de las telas, hizo que existiera un sobre stock en sus plantas y por ello resolvió paralizar la producción.
En noviembre comenzó el período de suspensión a los trabajadores. En ese entonces se selló un acuerdo mediante el cual los empleados aceptaron recibir el pago de un 75% de su sueldo neto, a cambio de que no se produzcan despidos. Desde ese mes la empresa ha respetado lo acordado y ha solicitado varias prorrogas. La última se firmó en mayo, por dos meses y venció a fines de junio.
Ahora, se solicitó prolongar la suspensión por otros dos meses más.
Walter Hernández, delegado del gremio textil, dijo que “la situación de los compañeros es crítica, porque cobrar el 75% del salario neto, desde noviembre, ha provocado que el mismo se desvalorice y no alcance para nada... Esto no nos conforma, pero no queremos a ningún compañero en la calle”.
También hay un plan de retiros voluntarios que ya fue tomado por 35 operarios. La planta textil “sigue paralizada, no tiene perspectivas ni buenas ni malas. Está en una misma situación, está en un pozo y hasta el momento no ven una mejora ni aproximada a lo que se está hablando”, señaló Hernández.