La Policía y la Justicia del Neuquén nunca pudieron controlar la situación de la delincuencia en Cutral Co. En cada hecho violento hubo anuncios que no se cumplieron o se cumplieron parcialmente. Más policías, más móviles y hasta una fiscalía especial de hecho violentos. Todo arena en las manos.

Los comisarios ya se niegan a decir cuántos efectivos tienen a su cargo para cubrir la seguridad en la comarca petrolera, pero todo indica que nunca se recuperó la cantidad que había a principios de los 2.000. Es decir, son menos que hace 25 años y las ciudades tienen más barrios, más casas…

Los comisarios suelen afirmar que no necesitan más personal, si no distribuirlos mejor, pero hace unos años, sucedió que en la comisaría 15 no había guardia, o que los vecinos iban a denunciar a la 6° y no había quién se las tomara.

Los policías que afrontan la relación con la delincuencia en las calles, también lo dejan trascender. “Somos pocos, amigo. Cuando hay más de un hecho, si vas a un lado no podés ir a otro. Ahora móviles sobran, pero no hay gente por licencias, por certificado médico, por pases que se hicieron y no mandaron reemplazos. Hay consignas por todos lados para mejorar los ingresos. De Neuquén, de los nuevos, no mandaron a nadie tampoco”, afirman.

Para colmo, la sobrepoblación de detenidos también afecta las alcaidías de Cutral Co y Plaza Huincul –la comisaría 6° y la 15- y las preventivas son domiciliarias. No ocurre solo en la comarca petrolera, sino en toda la provincia.

A mediados de enero pasado hubo una situación particular: un delincuente robó a las 4 de la madrugada y policía lo demoró; volvió a robar a las 9 y a las 12. Fueron asaltos a mano armada y, a las 14, lo soltaron.

El municipio de Cutral Co aportó cámaras y algunos móviles. Plaza Huincul también. Sin embargo, no parece haber políticas coordinadas entre los poderes del Estado. Faltan policías, hay juzgado de hechos violentos creado, pero sin fiscal designado…