El Ministerio de Salud de la Nación ha emitido una alerta ante el significativo aumento de casos de tuberculosis en Argentina. En lo que va de 2025, se ha registrado un alarmante incremento del 38% en las notificaciones en comparación con el promedio de los cuatro años anteriores, y la tendencia continúa en ascenso. Solo durante 2024, se notificaron cerca de 17.000 nuevos casos, una cifra que preocupa a las autoridades sanitarias y a los especialistas.
La tuberculosis, una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, se transmite de persona a persona a través de las gotitas de aerosol que se liberan al aire cuando una persona con la enfermedad pulmonar activa tose, estornuda, habla o canta. A nivel mundial, se encuentra entre las tres principales causas de muerte por enfermedades infecciosas, y a pesar de los esfuerzos globales, los casos registrados siguen siendo preocupantes.
Existen diversos factores que pueden aumentar el riesgo de contraer tuberculosis, como la diabetes, un sistema inmunitario debilitado (debido a la infección por VIH/SIDA), la malnutrición y el consumo de tabaco.
La doctora Jimena Falco, neumonóloga y Coordinadora de la sección Tuberculosis de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria, expresó su preocupación por el aumento de casos en grupos específicos: “Nos preocupa especialmente el número creciente de casos entre adolescentes y hombres jóvenes, de entre 17 y 44 años, la edad más productiva de la vida. También hay un marcado incremento en casos en menores de 15 años. Y, por otro lado, nos alerta sobre la gravedad de los casos y el aumento de la mortalidad por tuberculosis.”
Datos del Ministerio de Salud de la Nación revelan un aumento del 12,6% en las defunciones por tuberculosis entre 2022 y 2023, lo que subraya la persistencia de esta enfermedad como causa de mortalidad en la población. Si bien podría haber una mejora en la notificación de casos que explique parte del aumento actual, la doctora Falco advierte que la cantidad de pacientes que consultan con la enfermedad activa está en crecimiento.
Síntomas y Contagio de la Tuberculosis
Los principales síntomas de la tuberculosis incluyen:
Tos (que en ocasiones puede producir esputo sanguinolento).
Dolor torácico.
Debilidad y fatiga.
Pérdida de peso involuntaria.
Fiebre.
Sudoración nocturna.
Es crucial tener en cuenta que la manifestación de estos síntomas puede variar según la extensión del compromiso pulmonar, el tiempo de evolución de la enfermedad, la edad y el estado inmunológico del paciente.
La naturaleza a menudo solapada de estos signos durante meses puede llevar a retrasos en la búsqueda de atención médica y, por ende, en el diagnóstico. La tuberculosis puede confundirse con otras afecciones, y cuanto mayor es la demora en su detección, mayor es el riesgo de contagio a otras personas.
Una vez confirmado el diagnóstico, es fundamental actuar con rapidez para evitar la propagación de la enfermedad. Los contagios más frecuentes ocurren entre personas que comparten más de cinco horas diarias con el paciente, ya sea en el hogar, en el lugar de trabajo o en otros espacios de convivencia frecuente.
Por esta razón, es de vital importancia intensificar la búsqueda de casos entre los contactos cercanos de los pacientes diagnosticados, solicitar radiografías de tórax y otras pruebas diagnósticas, realizar controles en niños y cortar la cadena de contagios. La doctora Falco enfatiza que por cada paciente diagnosticado, podría haber otros dos casos activos que pasan desapercibidos debido a síntomas leves.
Prevención y Tratamiento
La tuberculosis se puede prevenir mediante la vacunación con la BCG y se puede curar con medicación específica. Según datos de la OMS, aproximadamente el 85% de las personas que contraen tuberculosis tienen una evolución favorable con un tratamiento de cuatro a seis meses. Iniciar el tratamiento en las etapas iniciales permite una rápida mejoría de los síntomas y detiene la cadena de transmisión.
Es fundamental completar los seis meses de tratamiento para prevenir recaídas y el desarrollo de resistencia a los fármacos. La tuberculosis multirresistente representa un grave problema de salud pública que requiere tratamientos más prolongados, costosos y menos efectivos. Si bien recientemente se informó una disminución del 13,7% en los casos de tuberculosis farmacorresistente durante 2024 en comparación con 2023, es necesario mantener los esfuerzos para continuar esta tendencia descendente.
La doctora Falco advierte que Argentina aún se encuentra lejos de la meta mundial de eliminar la tuberculosis como problema de salud pública para 2030, ya que los casos aumentan año a año y existe un alto subdiagnóstico: por cada caso notificado, se estima que hay dos o tres que no se detectan.
“La mayoría de los casos se presentan en Buenos Aires y Gran Buenos Aires, con la mayor concentración de casos de tuberculosis. Es clave que los profesionales de la salud estemos atentos y pensemos en la posibilidad de tuberculosis cuando vemos un paciente sintomático respiratorio. Esto permite tomar medidas para la atención inmediata de estos pacientes y el control de los contactos, así evitamos la propagación y cortamos la cadena de contagio, la cadena epidemiológica.”, concluye la doctora Falco, subrayando la importancia de la vigilancia y la detección temprana para controlar esta preocupante tendencia.