El Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas (SPIQyP) encendió las alarmas ante la crítica situación que atraviesa Alcalis de la Patagonia (ALPAT), la única productora de carbonato de sodio en Argentina y América Latina, ubicada en San Antonio Oeste. La empresa se encuentra al borde del colapso debido al incremento sostenido del precio del gas natural, insumo que ya representa más del 46% de sus costos operativos.
En un comunicado de fuerte tono, el SPIQyP expresó su “más profunda preocupación” y advirtió que la continuidad de las operaciones de ALPAT se ha vuelto “inviable” sin una intervención estatal inmediata. El sindicato alertó sobre las “consecuencias devastadoras” que tendría el posible cierre de la planta para la región, afectando directamente a 481 trabajadores y poniendo en riesgo más de 1.000 puestos de empleo entre directos e indirectos.
“ALPAT es el motor económico de San Antonio Oeste”, enfatizaron desde el gremio, al tiempo que exigieron medidas concretas a los gobiernos nacional y provincial para evitar una paralización que podría desestabilizar la paz social en la comunidad. El sindicato reveló que la empresa ya ha solicitado asistencia para poder sostener su producción durante los meses de invierno, en un contexto de creciente presión inflacionaria que agrava aún más su situación financiera.
“Exigimos respuestas inmediatas para proteger el empleo, la producción y el entramado social de nuestra comunidad. No vamos a permitir que se pierda una sola fuente de trabajo”, sentenció el SPIQyP en su comunicado. La organización gremial también destacó el carácter estratégico de ALPAT dentro del esquema industrial nacional, subrayando que su producción de carbonato de sodio es fundamental para múltiples sectores manufactureros a lo largo del país.
Desde el sindicato advierten que el impacto de la crisis de ALPAT trasciende lo puramente laboral, constituyendo una verdadera cuestión de Estado. La posible desaparición de esta industria única en Argentina no solo afectaría la economía de Río Negro, sino que también tendría repercusiones en diversas cadenas productivas nacionales. Por ello, el SPIQyP hizo un llamado urgente a las autoridades a actuar “con decisión y urgencia” para evitar el colapso de la planta y sus graves efectos en cadena sobre la región.