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Argentina enfrenta una preocupante situación sanitaria al ser señalado como el país con mayor cantidad de enfermedades de tipo gripal a nivel mundial. Esta alarmante advertencia fue emitida por el médico especialista Oscar Atienza, basándose en datos oficiales internacionales de Global Respiratory Virus Activity. La realidad se ve reflejada en las guardias estalladas, especialmente las pediátricas, que atienden un volumen creciente de pacientes con síntomas respiratorios.

La problemática de fondo es más compleja: la falta de medidas de prevención y promoción de la salud, sumada a la subestimación del riesgo por parte de una población que muestra cada vez menos concientización.

Aumento de virus respiratorios y preocupación por el H1N1

"Dentro de los principales virus está la Influenza, Tipo A, y lo preocupante es que el H1N1 está en aumento", apuntó el Dr. Atienza. Entre las Semanas Epidemiológicas 01 y 22 de este año, el Sistema Nacional de Vigilancia notificó 38 fallecimientos directos con diagnóstico de influenza, de los cuales 33 correspondieron a influenza A.

El Ministerio de Salud de la Nación reporta un aumento del 20% en las infecciones respiratorias agudas en lo que va de 2025, comparado con el mismo período del año pasado. Los principales agentes son influenza, virus sincitial respiratorio (VSR), neumococo y Sars-CoV-2. Aunque el incremento se mantiene por debajo de niveles endémicos, la preocupación crece ante la posibilidad de que la curva se dispare durante el invierno, en un contexto de caída en las tasas de vacunación. "Este es el momento de reforzar la prevención", alerta la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).

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El Boletín Epidemiológico Nacional confirma un "ascenso sostenido en el número de casos de influenza, con predominio de influenza A (H1N1)", una tendencia observada tanto en casos ambulatorios como en hospitalizaciones por infecciones respiratorias agudas graves.

Alteración en la estacionalidad y bajas tasas de vacunación

Laura Pulido, neumonóloga y ex titular de Infecciones Respiratorias de la AAMR, explicó que esta situación se observa desde 2022. "Después de la pandemia hubo una alteración en la estacionalidad de todos los virus respiratorios y esto hace que tengan una conducta como desordenada, con varios picos en el año. Pero los picos son mayores en los meses fríos. Y esto se da en paralelo con las bajas tasas de vacunación", señaló.

La especialista detalló que en los últimos meses "hubo más picos de gripe A o H1N1", que se adelantaron desde la semana 10-11. Luego, en las semanas 14-15, comenzó el aumento del VSR, que afecta significativamente a los niños. Globalmente, dos de cada tres bebés se infectan con este virus en su primer año de vida. En Argentina, el VSR causa entre 250 mil y 300 mil infecciones anuales, siendo la principal causa de hospitalizaciones pediátricas en otoño e invierno. Respecto al Covid, "el año pasado hubo un brote en los primeros meses. Este año eso no pasó en el verano. Pero ahora sí ante el invierno empezó a aumentar".

Factores clave: falta de campañas y baja percepción de riesgo

El Dr. Oscar Atienza, médico cirujano, Doctor en Medicina y Cirugía, Magister en Administración de Servicios de Salud, Magister en Salud Pública y docente universitario en Medicina, subrayó a Tiempo que los principales factores que inciden en los altos números de Argentina son la "falta de campañas de vacunación y campañas de prevención, sobre todo en medios de comunicación".

Las coberturas de vacunación están muy por debajo de lo recomendado. En niños, la vacunación antigripal está por debajo del 50%, cuando lo ideal es superar el 80%. La triple viral, que previene sarampión, rubéola y parotiditis (paperas), estuvo cerca del 50% el año pasado, lo que ha llevado a que dos de esas tres enfermedades estén actualmente en brote. El sarampión, en particular, registra un alarmante aumento del 3300% de posibles contagios en estudio y confirmados respecto a 2023.

A la ausencia de campañas y un Estado con menor presencia en el territorio, se suma que "la población no ve el riesgo en dejar de vacunarse, especialmente con la Influenza". Se tiende a relativizarla como "una gripe" que se pescará indefectiblemente año a año, fomentando las cadenas de contagio con actitudes como "cómo vas a faltar al trabajo por una simple gripe" o "un niño no debe faltar a la escuela por un poco de tos".

Argentina, rezagada en coberturas de vacunación

Si bien las Américas es la única región de la OMS que superó los niveles de vacunación de 2019, Argentina es uno de los países rezagados. Un informe de febrero de la Defensora por los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes alertó que "el impacto de la pandemia sobre las coberturas de vacunación fue muy significativo, se registró un descenso promedio de 10 puntos en todas las vacunas respecto al promedio 2015-2019, por lo que ninguna vacuna del CNV superó el 80%". Aunque en 2022 hubo una recuperación, las coberturas "volvieron a caer abruptamente en 2023".

Argentina, hasta este año, era un país libre de poliomielitis, sarampión, rubéola y síndrome de rubéola congénita (SRC). Para sostener estos logros y evitar la reintroducción de estos virus, es fundamental mantener altas coberturas de vacunación y un sistema de vigilancia sensible. El riesgo de reintroducción de virus como el de la poliomielitis o el sarampión está directamente condicionado por los porcentajes de coberturas de vacunación, una señal de alarma que exige una respuesta urgente y coordinada.