Pablito Constancio, el chiquito de 5 años del barrio Zani que sufrió graves quemaduras en el incendio de su casa, se recupera y está "fuera de peligro". Pero en un primer momento había más dudas que certezas. Ricardo, papá del nene, cuenta con angustia y entre lágrimas aquellos momentos de incertidumbre. "Estuvo muy grave, con decirte que era entrar al quirófano y decirnos firme acá porque puede salir vivo o muerto, estuvo al borde de todo", reconoce.
Luego del incendio, Ricardo tenía que afrontar varias situaciones. La más importante era la salud de Pablito. Pero además se había devorado todas sus cosas: desde la ropa y las camas hasta la heladera y el televisor. "Acabo de llegar el sábado al mediodía a Cutral Co. Pablo clínicamente esta fuera de peligro, querían pasarlo a una sala común porque ya él, de todo el riesgo tan mal que estuvo, hoy gracias a Dios está todo bien", contó.
"Quedan algunos injertos, el 15%, lo que hablé con el cirujano, ahora lo quieren poner de pie, que empiece a caminar. Lo que si es que la rehabilitación y los kinesiólogos me decían que esto es un tiempo largo en Buenos Aires, estamos hablando de un año a un año y medio", explicó.
No obstante aclaró: "creo que a Pablo le quedarán dos meses en el Hospital y después lo mandan en un alta provisoria, que su mamá se lo lleve al Hotel y de lunes a viernes va a tener que ir al Italiano, 3 horas por día, para la rehabilitación".
"Estuvo muy grave, con decirte que era entrar al quirófano y decirnos firme acá porque puede salir vivo o muerto, estuvo al borde de todo. Soy muy creyente y lo tomo como un milagro de Dios, hoy por hoy con Pablo conversamos", dice con satisfacción.
"Estuvo a punto de perder un brazo, o una pierna de la parte izquierda que fue la más afectada. Ha perdido el dedo meñique, la mitad; parte de su piecito izquierdo ha perdido lo que es uña, porque estaba muy quemado. Intentaron todo para que quede completo pero bueno. Como padre es algo inexplicable. Pasó, me tocó, pero hoy puedo decir que él está muy bien y hay que seguir", plantea.
"Yo estoy con dos chicos, quedaron al cuidado de mi hermana, de su madrina, ellos me dieron una mano grande, están yendo a la escuela, al sicólogo, porque estamos todos con un tratamiento por lo que pasó, estábamos los 4", recuerda de esa noche fatídica del 20 de junio.
Ricardo pide un momento para "Darle gracias a la comunidad, de Plaza Huincul, Cutral Co, las donaciones, todo lo que me ayudaron, se lo agradezco de corazón. El tema de la casa al intendente, se puso a disposición, pudimos reparar la casita, esto era esfuerzo".
"La parte que se prendió era de 6 x 5 y estábamos viviendo ahí, un bañito. La ampliación yo la tenia hasta el encadenado, tuve que poner un poquito del techo, la empresa también me donó unas chapas.
Darle gracias a todos, soy muy agradecido. Mucha gente en el barrio, la presidenta, los vecinos siempre dándome un mensajito de aliento. Darles gracias a la comunidad porque se pusieron a la disposición", dijo finalmente.