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"Venimos a ratificar que para este gobierno el turismo es una política de Estado que consolidamos en conjunto, el sector público y el privado", señaló el gobernador Mariano Arcioni al habilitar oficialmente la temporada de ballenas en Puerto Madryn.

El gobernador del Chubut, Mariano Arcioni, dejó oficialmente habilitada este viernes la temporada de ballenas en Península Valdés, en un acto que se realizó en la ciudad de Puerto Madryn con la presencia de autoridades, intendentes de la comarca, empresarios turísticos y prestadores del servicio de avistaje.

"Venimos a ratificar que para este gobierno el turismo es una política de Estado que consolidamos en conjunto, el sector público y el privado", señaló el mandatario provincial, tras lo cual valoró "el apoyo que nos brinda el Gobierno nacional en la campaña de vacunación".

"Tenemos en claro que la única forma de que la actividad sea segura es con la vacunación, que está muy avanzada, y esperamos que para agosto o septiembre hayamos cumplido los objetivos y podamos encarar las futuras temporadas siendo mejores en todo sentido", sostuvo.

Calificó al 2020 como "un año para olvidar" en materia turística, pero expresó su convicción de que "lo que viene será para mejor".

Por su parte, el ministro de Turismo y Áreas Protegidas provincial, Néstor García, consideró que esta jornada "es un día clave tras las consecuencias severas que tuvo la pandemia para el sector".

Reconoció que "suele creerse, por desconocimiento, que la actividad del avistaje se reduce a las seis empresas habilitadas para la práctica, pero la actividad representa mucho más que eso, por el derrame económico que ejerce sobre toda la comarca".

"Si hay una buena temporada de ballenas, tendremos turistas que consuman servicios en Puerto Pirámides, Puerto Madryn, Gaiman, Dolavon y la región, con un valor agregado que solo el turismo puede dar", subrayó.

Consideró que el fuerte de esta temporada "será sin duda el turismo nacional" y afirmó que tienen "muchas expectativas por la solidez del recurso, que ya comenzó a mover reservas".

En tanto, el intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre, recordó que "el recurso ballenas tiene un valor enorme y potencia la economía, lo que nos marca la agenda de trabajar en conjunto porque toda la comarca recibe el beneficio".

"Hay un aspecto que tomo positivo dentro de los problemas que nos dejó la pandemia y es que hemos valorado más que nunca al turismo por todo lo que significa, ahora está en nosotros mejorar para que el servicio sea cada vez mejor", añadió.

También se refirió a "la excelente noticias que significa para nosotros que Aerolíneas Argentinas esté arribando a Puerto Madryn, con escalas en el aeropuerto local (El Tehuelche), algo que veníamos pidiendo desde hace décadas".

"También vendrá LADE -continuó- y esperamos que haga lo propio la nueva nave de Jetsmart para lo cual estamos haciendo gestiones".

Previo al acto, se escuchó un mensaje grabado de la secretaria de Promoción Turística, Yanina Martínez, quien puso el acento en "el proceso de vacunación que viene haciendo el Estado nacional para que se hagan las actividades".

El acto concluyó con un reconocimiento al prestador turístico Adalberto 'Peke' Sosa, considerado un pionero en la práctica del avistaje de ballenas y uno de los pocos que visualizó el aprovechamiento del recurso en la década del 60, y montó una empresa que hoy transita por la tercera generación.

Los primeros ejemplares de ballenas se comenzaron a divisar a fines de abril en la zona de Puerto Madryn y Puerto Pirámides, ambas localidades ubicadas en el contorno del Golfo Nuevo, sobre la cara sur de Península Valdés.

El epicentro de la actividad de avistaje se concentra en Puerto Pirámide, la única población de la reserva natural Península Valdés, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad en 1999, donde operan 6 empresas que desde este viernes quedan habilitadas para brindar el servicio.

Los ejemplares de la especie "Eubalaena australis" o ballena franca austral, que llegan a la región en esta época del año para cumplir el ciclo vital de reproducción y cuidado de los ballenatos, configuran un espectáculo asombroso que se repite todos los años con una población que ronda las 2.000 mamíferos cuando se producen los nacimientos.