La localidad de la región del Limay que fue fundada tres veces celebró su aniversario con aportes para asfalto y obras eléctricas por $1.007 millones.

Con un fuerte mensaje de orden de las cuentas públicas para redistribuir con criterios de equidad y sostenibilidad, el gobernador Rolando Figueroa encabezó esta mañana los 53 años de Picún Leufú junto a la intendenta Perla Díaz y a toda la comunidad. Desde allí anunció aportes por 1.077 millones para obras de pavimento y energía eléctrica. También se inauguraron las nuevas obras del CEF 3. “La macroeconomía dañó las finanzas neuquinas, pero estamos de pie reordenando el gasto para llegar a más neuquinas y neuquinos”, dijo.

Figueroa reflexionó sobre los desafíos que enfrenta la provincia en materia financiera y destacó los esfuerzos de su gestión para ordenar las cuentas públicas y priorizar las inversiones necesarias.

"Las reglas macroeconómicas de los últimos años generaron un impacto muy importante que dañó las finanzas provinciales. Se nos reconocían los recursos a un valor, pero comprábamos lo que necesitábamos para crecer a otro valor completamente distinto. Esto incluso ocurre con la energía: tenemos que adquirirla a un precio y se nos paga mucho menos por lo que producimos", explicó.

El mandatario vinculó esta situación a decisiones nacionales y provinciales de años anteriores que, según detalló, han dejado a Neuquén con importantes déficits en infraestructura clave. "Nos faltan más de 600 kilómetros de rutas, 40 escuelas, 30 centros de salud y 40 comisarías. Estos problemas no nacieron en este último año; son consecuencia de años de decisiones que no priorizaron lo que realmente necesitábamos", agregó.

Desde que asumió la gobernación, Figueroa aseguró que se han tomado medidas firmes para sanear las finanzas públicas. "El primer paso fue eliminar gastos innecesarios. Desde las jubilaciones de privilegio de los políticos, que anulamos en la primera semana de gobierno, hasta los abusos en programas sociales que pagábamos a personas que no vivían en la provincia o no los necesitaban. También reducimos el alquiler de camionetas, adquiriendo flotas propias para optimizar recursos", puntualizó.

Sobre la obra pública, Figueroa denunció irregularidades en los contratos heredados. "Había obras paralizadas cuyos contratos incluían cláusulas que permitían a los empresarios recibir actualizaciones por índice de precios, lo que en la práctica funcionaba como un plazo fijo. Esto ocurrió porque no había dinero para ejecutarlas. Apenas asumimos, tomamos la decisión de reactivar y cancelar esas deudas para retomar los proyectos", afirmó.

El gobernador también hizo hincapié en la importancia de la transparencia en la administración de los recursos. "Los fondos son de todos los neuquinos, no de quienes los gestionan. Si alguien los utiliza mal, deben activarse los resortes institucionales, y la justicia tiene que intervenir. No podemos especular con estas cosas", advirtió.

Figueroa cerró su discurso destacando la necesidad de priorizar las inversiones y planificar con responsabilidad. "Durante años se hicieron canchas de fútbol en pueblos que no tenían agua, gas o luz. La administración pública debe enfocarse en lo esencial: seguridad, salud, educación e infraestructura. A la gente hay que hablarle con la verdad, mirándola a los ojos, explicando qué se puede hacer y qué no, pero siempre con transparencia", concluyó.

Por su parte, la intendenta Díaz dijo que “si un pueblo puede ser fundado tres veces y renacer con tanta fuerza estoy segura que podemos seguir pensando en un futuro lleno de esperanza y prosperidad para todos”. La jefa comunal agradeció también el acompañamiento del gobierno provincial, “que ante cada requerimiento dijo presente”.

 

Aportes

Durante el aniversario se firmó un convenio entre la Provincia de Neuquén y la Municipalidad para financiar diversas obras e iniciativas en Picún Leufú, entre ellas el suministro de energía eléctrica y alumbrado público en el barrio Portal de las Rosas, con una inversión de $527 millones, la pavimentación de 10 cuadras en la calle Primeros Pobladores, con un presupuesto de $466 millones; y un aporte adicional de $14 millones para la adquisición de materiales destinados a la construcción de invernaderos.

También se entregaron un móvil policial 0km y dos motos para la Policía en la localidad, se entregaron para agricultura familiar y jóvenes emprendedores, equipamiento para la oficina de empleo local y títulos de propiedad a diferentes beneficiarios.

Luego de los discursos, autoridades y la comunidad en general inauguraron las nuevas instalaciones administrativas y un playón deportivo de las nuevas instalaciones del Centro de Educación Física 3.

 

Un pueblo en tres actos

Picún Leufú tiene en su haber el singular récord de haber sido fundado tres veces y poseer tres nombres: “Fortín Picún Leufú”, “Cabo Alarcón” y “Picún Leufú”.

La primera fundación fue el 1 de diciembre de 1882 con el nombre de Fortín Picún Leufú, que posteriormente pasó a llamarse Cabo Alarcón. A partir de 1908, los habitantes comenzaron a asentarse a unos 18 kilómetros al oeste. En 1923, un incendio destruyó la oficina de correos, que fue la última infraestructura en trasladarse. Este hecho marcó un nuevo desplazamiento hacia la margen derecha del río Picún Leufú, a aproximadamente 5 kilómetros al oeste de Cabo Alarcón. Finalmente, en 1924, el centro poblacional se consolidó en el área que correspondía al núcleo original de Fortín Picún Leufú.

La segunda fundación del pueblo se le atribuye al maestro Luis Beltrán Mercado, director de la escuela 4, quien había llegado a Cabo Alarcón en 1908. El 12 de diciembre de 1940 se formalizó esta segunda fundación, luego de que se aprobara la donación de tierras de su propiedad.

Sin embargo, este asentamiento desapareció con la construcción de la represa de El Chocón y del embalse del lago Ezequiel Ramos Mexía, que inundó el lugar. Por esa razón el pueblo fue trasladado a su emplazamiento actual y tuvo su tercera fundación el 12 de diciembre de 1971, mediante un decreto firmado por el entonces gobernador Felipe Sapag, retomando el nombre original pero prescindiendo de “Fortín”, para ser solo “Picún Leufú, vocablo del mapuzungun que puede ser traducido al castellano como “Arroyo del norte”.