Una vez más, la protesta de jubilados frente al Congreso Nacional se vio empañada por la represión policial, dejando un saldo de heridos y al menos un detenido. En los incidentes de esta tarde, el reconocido referente del grupo Opción por los Pobres, el Padre Francisco "Paco" Oliveira, resultó herido en el rostro, aparentemente por un golpe de un escudo policial, y fue brevemente demorado.
Desde tempranas horas, un fuerte operativo policial con vallas rodeó el Congreso, anticipando la movilización de los jubilados. Alrededor de las 17 horas, cuando la manifestación se desarrollaba, las fuerzas de seguridad aplicaron el protocolo antipiquetes, lo que derivó en forcejeos y agresiones contra los manifestantes, incluyendo jubilados y periodistas que cubrían la protesta.
El Padre "Paco" Oliveira fue uno de los afectados por la represión. En diálogo con un móvil de C5N, relató: "Me siento bien, seguramente me habrán dado con alguno de los escudos o con la mano. ¡No me di cuenta! Me tomaron los datos por si después me quiere llamar el fiscal". Se pudo observar un corte debajo de su ojo derecho, compatible con un golpe.
Sin embargo, el sacerdote expresó su mayor preocupación por la situación de los jubilados: "Los que están mal son los jubilados, el cura no importa. Estábamos en la primera fila, dando la vuelta al Congreso, y en un momento empezaron a empujarnos fuerte y tiraron a una jubilada". Según su testimonio, cuando los manifestantes se acercaron para asistir a la mujer, los efectivos policiales intentaron detener a uno de sus compañeros.
"Dijeron que estaba golpeando a la Policía, pero estaba parando los escudos”, aseguró Oliveira, desmintiendo las acusaciones contra el manifestante demorado.
Finalmente, el Padre "Paco" Oliveira manifestó su profundo malestar por la reiterada represión y señaló una diferencia de trato por parte de las fuerzas de seguridad: "La represión como siempre, pero al cura no se lo llevan detenido. Pero sí está demorado el otro compañero, que no hizo nada. Me voy a ir con él. Yo tengo coronita, el pueblo no". Estas palabras reflejan la indignación por la violencia ejercida contra los jubilados y la aparente protección de la que gozan figuras como él en estas situaciones.
Este nuevo episodio de represión contra jubilados genera un fuerte repudio y pone nuevamente en el centro del debate la actuación de las fuerzas de seguridad en las protestas sociales.